En este post vamos a explicar qué es el cordón umbilical, qué cuidados requiere y cómo evitar que se infecte.
El cordón umbilical es una estructura formada por tres vasos sanguíneos, dos arterias y una vena, rodeados por una gelatina, que conecta el ombligo del bebé con la placenta. Su función es proporcionar alimento y oxígeno al feto durante su desarrollo en el útero de la madre. Tras el nacimiento, deja de tener esta función y se debe cortar1-5.
Una vez cortado, una parte queda unida al ombligo, la que se conoce como muñón, y se debe sujetar con una pinza para que no sangre. Entre cinco y quince días después del nacimiento, el muñón se habrá secado y cae por sí solo1-5.
¿Por qué es importante cuidar el ombligo del bebé?
El ombligo debe comenzar a cuidarse en el mismo momento del nacimiento, ya que los gérmenes de la piel pueden causar una infección. Para evitarlo, el cordón umbilical se ha de cortar con material estéril3,4.
Además, para evitar una posible infección del muñón del cordón umbilical, es necesario cuidarlo y limpiarlo adecuadamente. Para ello, se recomienda1-4:
- Lavarse las manos antes de manipular la zona umbilical.
- Limpiar el ombligo con jabón neutro y agua tibia, sin miedo a tocarlo ya que al bebé no le duele.
- Secar el cordón con una gasa limpia.
- Doblar la parte delantera del pañal para que el cordón no quede cubierto.
- No arrancar el cordón hasta que se caiga, ni siquiera cuando solo cuelgue de un hilo.
- Aplicar un producto antiséptico para una mejor cicatrización del cordón.
Se desaconseja5:
- Utilizar antisépticos yodados, como Betadine, para no alterar la función del tiroides del bebé.
- Usar mercromina, ya que además de provocar sarpullidos puede enmascarar los signos de inflamación o infección debido a su color rojizo.
- Aplicar polvos de talco. Este producto puede favorecer la aparición de un granuloma (pequeño nódulo rosado) o un secado demasiado rápido, con el consiguiente riesgo de hemorragia.
Cuándo debes preocuparte por el ombligo del bebé
Aunque no es común, es posible que durante el proceso de cicatrización el muñón se pueda infectar. Es importante prestar atención a algunos signos y, en caso de detectarlos, consultar con el pediatra1-4:
- Si tiene poco apetito.
- Si tiene fiebre (38° C o más).
- Si le falta energía o está aletargado.
- Si su musculatura está flácida.
- Si la zona umbilical está inflamada o enrojecida.
- Si el muñón supura una secreción amarillenta y maloliente.
- Si el extremo del cordón o la zona del ombligo sangra.
- Si el cordón forma un granuloma, es decir, no se seca por completo y se forma un pequeño nódulo rosado en la cicatriz.
- Si no se le ha caído el cordón umbilical pasados 15 días del nacimiento.
- Si el bebé tiene molestias localizadas en el ombligo.
Un signo normal que no debe preocuparte es que se produzca un pequeño sangrado cuando cae el cordón umbilical4, pero si este se mantiene o es abundante también debes consultarlo con tu pediatra.
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Referencias:
1Cuidado del cordón umbilical en recién nacidos. Medline Plus. Diciembre, 2021.
2Cuidado del cordón umbilical: lo que los padres deben hacer y lo que no deben hacer. Mayo Clinic. Abril, 2022.
3Cuidados del cordón umbilical. AEPD. Abril, 2019.
4Cuidado del cordón umbilical. Standford Medicine. Consultado en febrero, 2023.
5Cuidados del cordón umbilical. AEPAP. Mayo, 2016.