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Dolor de cabeza o cefalea: un motivo de consulta frecuente – Adeslas Salud y Bienestar

En este artículo repasaremos las características principales de las cefaleas y los tipos más frecuentes de presentación. Además, comentaremos sus causas, posibles tratamientos y recomendaciones para su manejo.


La cefalea es uno de los trastornos más comunes del sistema nervioso y uno de los motivos de consulta más habitual. Constituye un problema que afecta a personas de todas las edades, razas, niveles de ingresos y zonas geográficas del mundo1.

¿Qué es la cefalea?1-4

La cefalea es un tipo de dolor localizado en la cabeza. Se trata de un trastorno neurológico causado por la irritación de estructuras craneofaciales, músculos y vasos sanguíneos que puede tener un enorme impacto en la calidad de vida de la persona que la padece.

Constituye un síntoma muy frecuente, generalmente benigno y transitorio, que puede ceder espontáneamente o con ayuda de medicamentos analgésicos. Sin embargo, también se relaciona con enfermedades que, en ocasiones, pueden ser graves.

La evolución de la cefalea puede llevar a la remisión de las crisis de dolor con el paso del tiempo, su persistencia y estabilización o la progresión hasta la cronificación del dolor.

Causas y tipos de cefalea1, 2, 4-6

Existen más de 300 tipos diferentes de cefalea. El 90 % son cefaleas primarias, es decir, sin una patología o dolencia que las provoque. El resto son cefaleas secundarias, que se producen como consecuencia de una enfermedad.

Los tipos más comunes de cefaleas primarias incluyen:

  • Cefalea tensional. Es el tipo de cefalea primaria más común. Afecta más a las mujeres y se define como dolor crónico cuando tiene lugar durante más de 15 días al mes. Se relaciona con el estrés y con problemas osteomusculares del cuello. Se manifiesta en forma de banda de presión alrededor de la cabeza.
  • Migraña o jaqueca. Afecta principalmente entre los 35 y 45 años. Es dos veces más frecuente en mujeres debido a cuestiones hormonales. Sus causas no son bien conocidas, aunque existen claras influencias genéticas. Los episodios de migraña cursan con cefalea de intensidad moderada a severa en un solo lado de la cabeza, que dura desde algunas horas hasta varios días. Puede acompañarse de náuseas, vómitos e intolerancia a la luz y el ruido. La frecuencia varía entre una vez al año y una por semana. Si aparece durante 15 o más días al mes durante más de tres meses se cataloga como migraña crónica.
  • Cefalea en brotes. Es relativamente rara y más frecuente en hombres. Se caracteriza por episodios recurrentes y frecuentes (hasta varias veces al día), de corta duración, pero sumamente dolorosos. Normalmente se localiza en torno a un ojo, que lagrimea y se enrojece. Se acompaña de rinorrea (goteo nasal) u obstrucción de la fosa nasal del lado afectado, con la posible caída del párpado.
  • Cefaleas trigémino-autonómicas. Se caracterizan por la aparición de crisis de dolor localizado en la zona facial que se acompañan de caída y edema del párpado, contracción de la pupila, conjuntivitis, rinorrea y sudoración facial.
  • Otras cefaleas primarias. Se incluyen aquí la cefalea tusígena (por tos), la cefalea por ejercicio, la cefalea asociada a la actividad sexual o por crioestímulo (estímulo frío), entre otras.

Por otro lado, las cefaleas secundarias son las causadas por patologías, entre las que se incluyen:

  • Infecciones.
  • Inflamaciones no infecciosas.
  • Alteraciones del metabolismo.
  • Glaucoma.
  • Estrabismo.
  • Tumores cerebrales.
  • Depresión.
  • Epilepsia.

La forma más común de cefalea secundaria es la cefalea por uso excesivo de analgésicos (cefalea de rebote) que está causada por el consumo excesivo e inadecuado de medicamentos para combatir las cefaleas. Se presenta de forma persistente, opresiva y suele ser peor al despertar.

Diagnóstico de la cefalea2, 4, 6, 8

El diagnóstico de la cefalea es complicado por la complejidad de los síntomas y las diferencias que se manifiestan en función del individuo.

De este modo, la mayoría de los diagnósticos de dolor de cabeza se basan enteramente en la historia clínica, que permite definir las características del dolor, su localización, duración y el resto de condicionantes. Además, la exploración física y neurológica puede contribuir a descartar causas secundarias por medio de pruebas como el estudio del fondo del ojo.

Otras pruebas complementarias que se pueden realizar incluyen analíticas, radiografías, pruebas de neuroimagen y punción lumbar, entre otras.

Tratamiento de la cefalea2, 6, 7

El tratamiento más adecuado dependerá del tipo de cefalea y sus causas. En su enfoque, se pueden establecer tres partes diferenciadas:

  • Identificación y evitación de los factores desencadenantes. Para ello es fundamental que el paciente preste atención y anote las características del dolor (intensidad, duración, momento de aparición, síntomas añadidos) y posibles causas relacionadas con el mismo (alimentos y bebidas consumidas, horas de sueño y descanso, lo que se estaba haciendo justo antes de la aparición del dolor).
  • Tratamiento adecuado de las crisis de dolor. Atenderá al tipo de cefalea y será proporcional a la gravedad de los síntomas y la discapacidad. Contempla el uso de analgésicos no específicos, como los antiinflamatorios y el paracetamol. También se puede optar por analgésicos específicos, como las ergotaminas y los triptanes.
  • Tratamiento preventivo, cuando sea preciso. Este puede incluir fármacos antihipertensivos, antagonistas del calcio, antidepresivos y antiepilépticos. Para la prevención de las crisis en la migraña crónica se ha mostrado efectiva la toxina botulínica en inyecciones periódicas. Otros tratamientos preventivos incluyen los anticuerpos anti-CGRP, el magnesio o la vitamina B2.

Recomendaciones para personas con cefalea4, 9

Para prevenir y/o paliar el dolor en las personas con cefalea se recomienda realizar algunos cambios en el estilo de vida. Entre los cuidados se encuentran:

  • Seguir una alimentación saludable y variada, y evitar saltarse comidas.
  • Mantener un peso saludable.
  • Practicar ejercicio físico con regularidad.
  • Adoptar un patrón de sueño saludable, manteniendo una rutina.
  • Manejar y reducir el estrés.
  • Evitar el consumo de tóxicos como alcohol, tabaco y otras sustancias.
  • Evitar los desencadenantes de dolor identificados.
  • Evitar el uso excesivo de medicamentos. Si con el tratamiento prescrito no se consigue paliar o cesar el dolor, se debe consultar con los profesionales sanitarios de referencia.

 

Además, si eres asegurado de Adeslas, recuerda que tienes disponible nuestro Servicio de Orientación Médica General, donde podrás obtener más información.

 

 

Referencias:

1 Cefaleas. Organización Mundial de la Salud (OMS). Marzo, 2024.

2 Dolor de cabeza: Qué es, causas, tipos, diagnóstico y tratamientos. Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE). Consultado en mayo, 2024.

3 Cefalea. Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Consultado en mayo, 2024.

4 Manual de Práctica Clínica en Cefaleas. Recomendaciones Diagnóstico-Terapéuticas de la Sociedad Española de Neurología 2020. Sociedad Española de Neurología (SEN). Año 2020.

5 III edición de la Clasificación internacional de las cefaleas. International Headache Society. Año 2018.

6 Cefaleas o dolor de cabeza. Clínica Universidad de Navarra. Consultado en mayo, 2024.

7 Headache. The American Journal of Medicine. Enero, 2018.

8 Approach to Acute Headache in Adults. American Family Physician. Mayo, 2013.

9 Dolores de cabeza crónicos diarios. Síntomas y causas. Clínica Mayo. Julio, 2021.

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