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Los pacientes crónicos pueden obtener importantes beneficios para su salud si realizan actividad física adecuada para sus dolencias.


Los adultos con enfermedades crónicas suelen ser mayoritariamente sedentarios: las molestias asociadas a su enfermedad sumadas al miedo de hacerse daño y tener recaídas hacen que este segmento de población sea poco activo físicamente. Sin embargo, tal y como señala la OMS en su última guía sobre actividad física1 la actividad física regular es un factor de protección clave para la prevención y el manejo de enfermedades no transmisibles (ENT) como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer. La actividad física también beneficia la salud mental, incluida la prevención del deterioro cognitivo y los síntomas de depresión y ansiedad; y puede contribuir al mantenimiento de un peso saludable y un bienestar general.

Por otro lado, la población en España2 es bastante sedentaria: el 38% de los adultos, tanto hombres como mujeres, pasan la mayor parte de su actividad laboral principal sentados. En lo que respecta al tiempo de ocio, la población de 15 y más años refiere que lo ocupa de forma casi completamente sedentaria (leer, ver la televisión, ir al cine, etc.). Los confinamientos realizados en todo el mundo para intentar frenar la pandemia por Sars-CoV-2 han empeorado estas cifras. Una encuesta realizada en Estados Unidos3 estimó que el tiempo diario que las personas pasaron sentadas durante los confinamientos aumentó de 5 a 8 horas por día.

Ejercicios recomendados para distintas afecciones crónicas

El ejercicio aeróbico, de flexibilidad y de fuerza, reporta importantes beneficios para la salud de los pacientes crónicos. No obstante, tal y como señalan los expertos de la Clínica Mayo4, con el objetivo de evitar lesiones y problemas, antes de empezar a realizar cualquier rutina de ejercicios, los pacientes crónicos deben hablar con su médico, quien podrá aconsejarle sobre qué ejercicios son seguros y las precauciones que debe tomar al realizar actividad física.

  • Ejercicios aeróbicos. Están especialmente recomendados para personas con enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, obesidad y cáncer. Este entrenamiento ayuda a mejorar la salud cardiaca y a perder peso. Se aconseja empezar con ejercicios suaves e ir aumentando la intensidad con el paso de los días (preferiblemente, siguiendo una pauta aprobada por el médico en cada caso). El entrenamiento a intervalos (con cambios de intensidad, caminar y correr, por ejemplo), es muy eficaz, pero solo deben practicarlo los pacientes crónicos que ya tienen un hábito de ejercicio mantenido en el tiempo.
  • Ejercicios de fuerza. Aconsejables en caso de asma, dolores de espalda, artritis, cáncer y, también, enfermedades cardiovasculares. Esta actividad física puede mejorar la fuerza muscular y la resistencia. Además, realizar movimientos funcionales puede facilitar las actividades diarias, detener la disminución de la fuerza muscular relacionada con una enfermedad y proporcionar estabilidad a las articulaciones.
  • Ejercicios de flexibilidad. Mejoran la calidad de vida en pacientes con demencias, artritis y dolores de espalda. Pueden ayudarte a tener una amplitud óptima de los movimientos en las articulaciones, de manera que estas puedan funcionar mejor, y los ejercicios de estabilidad pueden reducir el riesgo de caídas.

Cantidad de actividad física recomendada

De acuerdo con la última guía sobre actividad física realizada por la OMS, los adultos mayores con afecciones crónicas deben realizar, al menos, de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada; o al menos, 75-150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa; o una combinación equivalente de actividad de intensidad moderada y vigorosa durante la semana para obtener beneficios sustanciales para la salud.

Es aconsejable que esta franja de población lleve a cabo actividades de fortalecimiento muscular a una intensidad moderada o vigorosa, que involucren a todos los grupos musculares principales dos o más días a la semana, ya que brindan beneficios adicionales.

Además, como parte de su actividad física semanal, los pacientes crónicos deben realizar una actividad física variada de componentes múltiples que enfatice el equilibrio funcional y el entrenamiento de fuerza a intensidad moderada o vigorosa durante 3 o más días a la semana, para mejorar la capacidad funcional y prevenir caídas.

 

 

Referencias:

1WHO guidelines on physical activity and sedentary behaviour: at a glance. OMS Noviembre 2020. 

2 Encuesta nacional de Salud. España 2017. Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Junio de 2018. 

3 Ammar, Achraf y col. Effects of COVID-19 home confinement on physical activity and eating behaviour Preliminary results of the ECLB-COVID19 international online-survey. MedRxiv- Colod Spring Harbor Laboratory, BMJ, Yale. Junio 2020. 

4 El ejercicio y las enfermedades crónicas: infórmate al respecto. Clínica Mayo. Noviembre de 2020. 

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