Cuando pensamos en calvicie (alopecia) la solemos asociar principalmente a los hombres. Sin embargo, más del 20% de las mujeres la sufre1.
La alopecia androgenética es el tipo más común de pérdida de cabello en la mujer. Las causas principales son la herencia y predisposición genética y los cambios hormonales, en los niveles de andrógenos y estrógenos.
La herencia genética es tan relevante en este tipo de alopecia, que hasta un 50% mujeres con alopecia androgenética tienen familiares con esta patología, especialmente casos de inicio precoz2.
En cuanto a las causas hormonales, los principales momentos de la vida de la mujer en los que se produce son la pubertad, el embarazo (la caída del cabello puede llegar a afectar al 64% de las mujeres en el postparto1) y las décadas de los 40 y 50, cuando el nivel de las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) va disminuyendo progresivamente hasta llegar a la menopausia, donde estos niveles son muy bajos.
Otras causas de la caída del cabello en mujeres
La falta de hierro es una de ellas. Este mineral es fundamental para la creación de hemoglobina, componente de la sangre que tiene como misión trasportar el oxígeno al organismo. Sin un adecuado aporte de oxígeno a los folículos pilosos éstos no funcionan correctamente y se produce una pérdida de cabello.
También hay que hablar de los problemas de tiroides, concretamente del hipertiroidismo. Esta enfermedad hace que el metabolismo sea más rápido, por lo que la fase de crecimiento (anágena) es menor, provocando también alopecia.
El estrés también puede causar pérdida de cabello. Por ejemplo, puede provocar que grandes cantidades se queden en la fase telógena (de reposo o caída), por lo que, pasados unos meses, puede darse una importante pérdida de pelo. También puede hacer que aparezca alopecia areata (caída en placas redondas), desencadenando un cuadro por el cual el sistema inmune ataca el folículo piloso. Por último, se puede desarrollar una tricolomanía, cuando de forma inconsciente se arrancan cabellos de la cabeza, cejas u otras partes del cuerpo3.
Las infecciones víricas (incluida la COVID-19) o bacterianas severas, que pueden necesitar ingresos hospitalarios o estancias en UCI, también provocan pérdida del cabello pasados 3-4 meses de la infección.
Además, hay que hablar de los problemas de alimentación debidos al seguimiento de dietas muy estrictas, al no aportar estas suficientes nutrientes para un adecuado crecimiento del cabello.
Por último, hay que mencionar las caídas de cabello estacionales (efluvios) que se producen en primavera y, especialmente, en otoño. Forman parte del desarrollo natural del cabello, pero que, si se prolongan en el tiempo, pueden poner de manifiesto otros problemas capilares, como puede ser el inicio de una alopecia androgenética.
La caída de cabello en las mujeres se produce en diferentes zonas que en los hombres
Las zonas donde la calvicie se pone de manifiesto en las mujeres son diferentes a la de los hombres. Se produce de forma difusa, principalmente, en la zona superior del cuero cabelludo, manteniéndose la zona frontal intacta en las primeras fases. Pero se debe tener en cuenta que, si la alopecia no es tratada a tiempo, puede llegar a afectar también a los laterales de la cabeza, pareciéndose más a la alopecia masculina.
Escala de Ludwig
Problemas psicológicos en mujeres con alopecia
El cabello, al igual que la forma de vestir, es una forma por la cual las personas mostramos nuestra identidad, especialmente si somos mujeres. Mientras que, en las últimas décadas, sufrir calvicie ha ido dejando de ser “un problema de imagen” para los hombres, recurriendo a raparse o afeitarse la cabeza sin sentirse por ello “acomplejados”, para las mujeres es un gran problema de identidad y causa de problemas psicológicos.
De hecho, hay estudios que apuntan que hasta un 80% de las mujeres con problemas de alopecia padecen ansiedad en algún grado y el 66% de ellas muestra signos de depresión. La presión psicológica de la mujer ante una alopecia es tal, que incluso se están estudiando posibles tratamientos que permitan retrasar, paliar o evitar la caída del cabello que se produce tras los tratamientos con quimioterapia4.
El consejo para todas aquellas mujeres que noten que pierden cabello, tanto de forma lenta como exagerada (mechones), es comentarlo con el médico para estudiar la causa que está detrás de la alopecia. Un diagnóstico precoz puede ser capaz de detener la caída e, incluso, hacer que se recupere el cabello perdido.
Referencias:
1 Miguel Aizpún Ponzán. Atención a la alopecia femenina. Fundación Piel Sana. Academia Española de Dermatología y Venereología. Noviembre, 2019.
2 Aurora Guerra, Elena González-Guerra y José María Borrás. Alopecia androgenética: nuevos factores fisiopatológicos y futuras tendencias para un abordaje clínico más integral. Masdermatología. Septiembre-Diciembre, 2016.
3 Daniel K. Hall Flavin. ¿El estrés puede provocar la caída del cabello? Clínica Mayo. Abril, 2019.
4 Agustín Moreno Sánchez. La alopecia y sus consecuencias psicológicas. El papel del psicólogo. Más dermatología. Enero-Mayo 2016.