Descubre si el uso del chupete tiene efectos perjudiciales en la boca de tu hijo - Adeslas Salud y Bienestar

En este post explicaremos los beneficios del uso del chupete en los niños, así como las consecuencias que puede tener su uso prolongado. Además, comentaremos algunos consejos para intentar que tu hijo deje el chupete.


La succión es un reflejo natural de los bebés que les ayuda a sentirse tranquilos y relajados. Ofrecer un chupete a un bebé muy inquieto, puede ayudar a que se calme e incluso puede reducir el síndrome de muerte súbita del lactante durante el primer año de vida.

Actualmente, existen varias corrientes que no recomiendan el uso del chupete por la creencia a que aparezcan complicaciones, sobre todo a nivel bucodental.

Sin embargo, su buen uso, según diversos estudios, puede resultar muy útil, siempre y cuando lo retiremos a tiempo.

Beneficios del uso del chupete

Los principales beneficios que ofrece el uso del chupete son:

  • Ayuda a que el bebé concilie el sueño.
  • Tiene un efecto calmante y así se reduce el llanto.
  • Reduce la incidencia de muerte súbita.
  • Les ayuda a estimular el efecto de succión: una especie de gimnasia en niños prematuros para adquirir la suficiente fuerza de succión.

El hábito de usar el chupete normalmente solo se vuelve problemático si continúa durante años. Afortunadamente, la mayoría de los niños superan el hábito por sí solos antes de que surjan problemas dentales permanentes.

La Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), considera un uso excesivo en niños mayores a 24 meses. Si no se prolonga el uso más de ese período de tiempo, sus efectos nocivos no existirán o serán muy leves.

Consecuencias del uso prolongado del chupete

Un hábito de succión prolongado y frecuente puede eventualmente provocar dientes torcidos y problemas de mordida. Cuanto más dure el hábito, más probable será que el niño necesite tratamiento de ortodoncia en el futuro.

Su uso excesivo más allá de los 24 meses de duración tendrá diferentes impactos en la cavidad bucal:

  • Aparición de mordida abierta: es decir, una falta de contacto entre los dientes anteriores superiores y los dientes anteriores inferiores. Los dientes superiores se irán hacia delante y los inferiores hacia atrás.
  • La presión producida por los músculos faciales y los músculos masticatorios sobre los dientes puede producir mordida cruzada, es decir, que los dientes superiores ocluyan por dentro de los inferiores.
  • Falta de desarrollo del paladar, resultando un paladar muy estrecho y alto, a lo que llamamos paladar ojival.
  • Alteraciones en la articulación temporomandibular.

Actualmente, en el mercado existen chupetes con tetinas con la parte inferior plana y la parte superior ligeramente redondeada, a diferencia de los chupetes tradicionales que tienen una tetina redonda o ligeramente alargada. Este diseño está destinado a fomentar movimientos musculares más similares a los que realiza el niño durante la lactancia, con la idea de que esto ayude a que la arcada dental se desarrolle con mayor normalidad. Sin embargo, tanto los chupetes anatómicos como los tradicionales aumentan el riesgo de problemas de mordida si el uso es excesivamente prolongado.

Independientemente de la forma que tenga el chupete, lo ideal es dejar de usarlo completamente a los tres años de edad.

Consejos para la retirada del chupete

Muchos padres encuentran éxito limitando el uso del chupete solo a las horas de sueño y luego eliminándolo gradualmente. Si el chupete ha sido un componente habitual en la rutina de sueño del niño, conviene sustituirlo por algo nuevo, como leer un libro o cantar una canción. Los niños pueden necesitar más abrazos, besos y consuelo durante la transición.

Chuparse el dedo versus usar chupete: ¿cuál es peor?

Tanto el chupete como chuparse el dedo afectan a la boca de manera similar y ambos pueden causar problemas dentales en los niños. Sin embargo, generalmente es más fácil destetar al niño del hábito del chupete que del hábito de chuparse el dedo. Dejar de chuparse el pulgar o los dedos normalmente implica tener que realizar recordatorios constantes por parte de los padres o cuidadores y es especialmente difícil de controlar después de que el niño se acuesta. Por el contrario, el chupete se puede quitar fácilmente.

En definitiva, el uso del chupete es útil a la hora de calmar al bebé e incluso en su propio desarrollo. Puede ayudar a evitar el hábito de succión del dedo, el cual tiene peores consecuencias y es más complicado de eliminar. Si conseguimos que nuestro hijo deje de usar el chupete antes de los dos años de edad, las alteraciones o malformaciones a nivel bucodental serán insignificantes y no le condicionarán en su edad adulta.

Si como padre/madre, le preocupa que el uso del chupete en su hijo pueda estar afectando a sus dientes, lo ideal es acudir a una visita con el odontopediatra, quien podrá proporcionar una evaluación y un asesoramiento al respecto, recomendando, en situaciones de hábito de succión persistente del chupete, alternativas, como aparatos bucales para ayudar a detener el hábito.

 

Además, si eres asegurado de Adeslas, recuerda que tienes disponible nuestro Servicio de Orientación Médica General, donde podrás obtener más información.

 

Firma Fernando Reguera ES

 

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