En este post vamos a explicar qué es la cistitis, cuáles son sus síntomas y qué maneras existen para prevenirla o tratarla.
La cistitis es una inflamación de vejiga o de las vías urinarias inferiores. En muchos casos pueden encontrarse gérmenes en la orina, que, aunque esos gérmenes en la mayoría de los casos son bacterias, también puede ser hongos o virus. La cistitis también puede aparecer como una reacción a determinados medicamentos, a productos de higiene íntima, catéteres u otras enfermedades, aunque son menos comunes. Se considera una de las enfermedades más frecuentes del aparato urinario1,2,3.
¿Cuáles son los síntomas de la cistitis?
La uretra de las mujeres es más corta y se encuentra más próxima al ano, lo que le hace ser más susceptible de presentar cistitis, especialmente en aquellas que están en el periodo de menopausia, que han utilizado el diafragma para el control de la natalidad o que son sexualmente activas. Algunos de los síntomas más comunes son1,2,3:
- Deseo constante de orinar.
- Sensación de ardor al miccionar.
- Se orina en pequeñas cantidades.
- Hematuria: sangre en la orina.
- Olor fuerte y color turbio de la orina.
- Molestias y presión en la pelvis o en la parte inferior del abdomen.
¿Qué causa la cistitis?
La causa más frecuente de la cistitis es bacteriana, y el germen que normalmente la produce es la bacteria Escherichia coli (E. coli). Estos gérmenes entran en el organismo a través de la uretra y pasan a la vejiga provocando una infección. En ocasiones, puede complicarse y llegar hasta los riñones, dando lugar a una pielonefritis2. En las cistitis de origen bacteriano, normalmente el cuerpo intenta deshacerse de estas bacterias aumentando la cantidad de la orina excretada, por eso se recomienda consumir abundante agua durante estos días. Pero en ocasiones, los microbios pueden adherirse a las paredes de la uretra o la vejiga, o multiplicarse de manera rápida en la orina y se hace necesario un tratamiento antibiótico adecuado para el tipo de bacteria causante de la infección2.
A pesar de que la cistitis bacteriana es la más común, también puede tener otras causas1,2:
- Cistitis intersticial o síndrome de vejiga dolorosa: es una afección crónica que produce dolor, presión o ardor en la vejiga y que no tiene una causa clara. Generalmente se diagnostica en mujeres4.
- Cistitis inducida por los medicamentos: ciertos medicamentos, como algunos utilizados en quimioterapia, pueden producir cistitis cuando sus componentes o metabolitos son expulsados a través de la orina.
- Cistitis por radiación: algunos tratamientos con radiación en la zona baja del abdomen pueden provocar inflamación en la vejiga.
- Cistitis por cuerpos extraños: las sondas vesicales pueden provocar cistitis y daños en los tejidos de la vejiga.
- Cistitis química: las sustancias químicas que contienen algunos productos de higiene íntima pueden provocar una reacción alérgica causando cistitis.
- Cistitis relacionada con otras enfermedades: diabetes, cálculos renales, lesiones medulares o la hipertrofia de la próstata, pueden también provocarla.
Prevención de la cistitis
Si eres una persona que normalmente sufre este tipo de dolencia y quieres prevenirla, sigue estos consejos1:
- Bebe mucha agua: estar hidratado es fundamental, especialmente si estás en tratamiento de quimioterapia o radioterapia.
- Orina con frecuencia: micciona a menudo y evita demorar ir al baño cuando tengas la necesidad.
- Las mujeres deben limpiar su zona genital de delante a atrás: es una manera de evitar la propagación de las bacterias anales a la uretra y la vejiga.
- Evita los baños en bañeras: ducharse en lugar de bañarse puede prevenir infecciones.
- Higiene íntima diaria: limpia suavemente la piel que rodea la vagina y el ano utilizando jabones suaves.
- Orina después de mantener relaciones sexuales.
- Evita productos femeninos en spray: aplicar estos productos en la zona genital puede provocar irritación de la zona íntima.
¿Cómo tratarla?
El tratamiento de la cistitis es complejo y puede no dar resultados inmediatos. Habitualmente puede incluir desde la prescripción de distintos tipos de fármacos a la planificación de cambios en la dieta. Otras medidas complementarias son la terapia física para trabajar el fortalecimiento de la vejiga y la actividad física moderada.
Tanto para prevenirla como para tratar la cistitis, se recomienda consumir mucha agua. Además, también se puede acompañar de productos que aumenten el pH ácido en la orina (acidificación de la orina), como el ácido ascórbico (vitamina C), una vitamina hidrosoluble y antioxidante que, además, ayuda a la cicatrización de heridas, facilita la absorción de hierro de los vegetales y mejora el sistema inmunológico5; o zumo de arándano2.
Normalmente, estos productos de venta libre se deben combinar con antibiótico en el caso de que la cistitis esté causada por una bacteria y debe estar recetado por el médico3.
La aplicación de este será diferente dependiendo de la edad, localización, causa de la cistitis, recurrencia, etc., y se seleccionará el más adecuado según estos factores3.
Si tienes síntomas de cistitis, si estos han ido a más o presentas nuevos síntomas como dolor de espalda u estómago, vómitos o fiebre, acude a tu médico para valorar el tratamiento más adecuado1.
Referencias:
1 Cistitis. Mayo Clinic. Julio, 2021.
2 Cistitis aguda. Medline Plus. Febrero 2022.
3 Cistitis. Clínica Universidad de Navarra. Consultado en febrero, 2022.
4 Cistitis intersticial. Medline Plus. Abril, 2021.
5 Ácido ascórbico (Vitamina C). Medline Plus. Consultado en marzo, 2022.