Ciencia y sabiduría popular coinciden: los niños necesitan estar al aire libre y hacer actividades en el exterior para mejorar tanto su salud física como mental.
Estamos convencidos de que a los niños les tiene que dar el aire, que deben jugar en la calle y que necesitan estar en contacto con la naturaleza. Forma parte de esas creencias que pasan de generación en generación, pero seguramente no nos hemos parado a pensar si hay o no algún tipo de evidencia científica detrás de este consejo basado en la sabiduría popular.
Y la respuesta es contundente, los estudios científicos demuestran los beneficios para la salud del contacto regular con espacios naturales y la realización de actividad física en ellos ayudan a la salud física y mental. Así lo vemos, por ejemplo, en el artículo 'Naturaleza y salud: una alianza necesaria1 en el que se expone que los espacios naturales:
- Favorecen las habilidades motoras y cognitivas en las primeras etapas.
- Ayudan a reducir los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
- Aumentan la probabilidad de que los/las jóvenes sean físicamente más activos/as en la edad adulta.
Asimismo, estar más tiempo al aire libre y en contacto con la naturaleza mejora el control de las enfermedades crónicas (diabetes, asma, supervivientes de cáncer, obesidad…), ayuda a prevenir la adicción al alcohol y otras drogas, favorece el desarrollo neurocognitivo y reduce los problemas de conducta, además de procurar mayor bienestar mental, equilibrar los niveles de vitamina D y disminuir el número de visitas al médico, asegura la Asociación Española de Pediatría2.
Desde Hipócrates hasta hoy
La idea no es nueva. Ya en el siglo IV a.c. Hipócrates escribió el ‘Tratado sobre los aires, las aguas y los lugares’, en el que indicaba que las características ambientales jugaban un papel sobre la salud de las personas. Más recientemente, en el tiempo de los sanatorios para tuberculosos, se comenzó a asociar el aire puro con la salud, y hasta la literatura infantil nos puso el ejemplo de Heidi, una niña que enfermaba al ir a vivir a la ciudad y que se recuperaba al volver a las montañas.
Pero, como decíamos, las investigaciones recientes están reforzando, desde la ciencia, las ventajas que el aire libre tiene sobre la salud de los pequeños.
Miopía y salud visual
Uno de los aspectos que más se ha estudiado es cómo las actividades en el exterior pueden ayudar a mejorar la salud visual en los pequeños. Son muchas las investigaciones, y de ellas podemos sacar algunas conclusiones:
- Por cada hora adicional que un niño pasa al aire libre, se reduce el riesgo de desarrollar miopía en un 2%.
- Los recreos en el exterior se relacionan con un menor número de miopías.
Las evidencias científicas han hecho que el Colegio de Ópticos y Optometristas recomiende actividades al aire libre para proteger la salud visual de los niños y evitar el incremento de la miopía3. Según explica el decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral, “en las actividades al aire libre se utiliza la visión de largo alcance para visualizar elementos y personas que se encuentran lejos. Además, en el exterior se produce una mayor interacción con la luz natural, un factor que puede proteger de la aparición de la miopía debido a los cambios en los niveles de dopamina y melatonina a nivel de la retina o los cambios a nivel del ritmo circadiano del niño”.
Mejor desarrollo cognitivo
“El contacto con la naturaleza desempeña un papel fundamental e insustituible en el desarrollo del cerebro”. Es la conclusión a la que han llegado investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), que demostraron que, en zonas verdes, el desarrollo cognitivo mejora un 5%, especialmente en lo que se refiere a la rapidez para procesar información sencilla y compleja.
También para el corazón
También la salud cardiovascular parece mejorar con las actividades al aire libre. En este sentido, distintas investigaciones han mostrado que realizar ejercicio en espacios abiertos ayuda mejorar los niveles de presión arterial4.
Recuerda que:
- Es fundamental que los niños estén en contacto con la naturaleza y jueguen al aire libre.
- Las actividades en el exterior mejoran la salud física y mental, y ayudan a prevenir las adicciones.
- La vista de los niños mejora jugando en el exterior, pues les amplía el campo de visión.
- Las vacaciones es un momento estupendo para dejar las tablets y las pantallas y salir al campo, la montaña, la playa…
Referencias:
1 Castell, Carles. (2020). Naturaleza y salud: una alianza necesaria. Gaceta Sanitaria, 34(2), 194-196. Epub. Junio, 2020.
2 Documento Salud Medioambiental. Asociación Española de Pediatría. Junio, 2021.
3 Ópticos-optometristas recomiendan actividades al aire libre para proteger la salud visual del niño y evitar el incremento de la miopía, una deficiencia que afecta a 2.600 millones de personas en el mundo. Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas. Noviembre, 2020.
4 Health benefits of ‘green exercvise’ for kids. Coventry University. Junio, 2021
