En este post te hablamos de la fascitis plantar, de sus síntomas, el tratamiento más adecuado para la misma y qué hacer para prevenirla.
La fascitis plantar es la inflamación de la fascia plantar (tejido conectivo que atraviesa la planta del pie, conectando el talón con los dedos y que crea una tensión que mantiene el arco del pie)1,2. Se trata de una patología que causa dolor en el talón y es uno de los motivos más habituales de dolor en la planta del pie en adultos2,3.
Síntomas de la fascitis plantar
El principal síntoma de la fascitis plantar es el dolor en la planta del pie, en la zona del talón. Además, también hay personas que pueden presentar rigidez1,2.
Hay momentos en los que el dolor puede ser más agudo que en otros, por ejemplo1,2:
- Los primeros pasos al despertar suelen ser más dolorosos.
- Al levantarse después de haber estado sentado.
- Después de una caminata, de saltar o de hacer ejercicio intenso.
- Al subir escaleras.
Por qué se produce
Cuando la fascia plantar se estira en exceso o se sobrecarga demasiado, se pueden producir pequeños desgarros y, si esto ocurre repetidamente, aparece la inflamación, que puede hacer difícil caminar1,2. Sin embargo, en muchos casos de fascitis plantar no hay una causa evidente2.
Factores de riesgo
Hay algunos factores de riesgo que hacen que sea más probable presentar fascitis plantar, como el sedentarismo, tener sobrepeso, la edad (a partir de los 40 se incrementan los casos y se suele deber a la reducción de la almohadilla de grasa del talón, que protege menos de los impactos)3, problemas en el arco del pie (pie plano o pie cavo), tener el tendón de Aquiles tenso, utilizar zapatos con suelas blandas o un soporte deficiente del arco del pie, correr distancias largas por superficies irregulares o cuesta abajo, cambiar el nivel habitual de actividad física1, o trabajar en empleos en los que hay que estar mucho tiempo de pie2.
Tratamiento y prevención de la fascitis plantar
Ante la sospecha de fascitis plantar, lo primero que hay que hacer es consultar con el médico. Hay múltiples tratamientos que pueden ayudar con este problema, pero es fundamental que estén prescritos y supervisados por un profesional sanitario1,3:
- Utilizar una férula nocturna o, si es necesario, una férula a diario.
- Realizar ejercicios de estiramiento del pie y del talón a diario.
- Cambiar de calzado y utilizar solo los que tienen un buen soporte y una buena amortiguación.
- Utilizar plantillas ortopédicas junto con el calzado habitual.
- Aplicar un vendaje funcional.
- Reposo.
- Aplicar frío en la zona del dolor como mínimo dos veces al día entre 10 y 15 minutos, especialmente los primeros días de dolor.
- Tomar medicamentos para aliviar el dolor (como el paracetamol) y para reducir la inflamación (como el ibuprofeno) si el médico lo considera necesario y según la pauta prescrita.
- Inyecciones de esteroides o de corticoides en caso de que el médico vea que los medicamentos habituales para el dolor y la inflamación no están funcionando.
En general estos tratamientos mejoran el dolor y pueden prescribirse desde unos meses hasta dos años. Sin embargo, en ocasiones, si ninguno de ellos funciona, puede ser necesaria una cirugía del pie para corregir el problema1.
Con respecto a la prevención, se recomienda realizar actividad física moderada regular, hacer ejercicios específicos para fortalecer la zona y estirar la fascia plantar todos los días antes de levantarse1,3.
Si notas algunos de estos síntomas, no lo dejes pasar y pide cita con tu médico. Si no se trata a tiempo, la fascitis plantar puede ocasionarte dolor crónico y dificultar las actividades que realizas a diario2.
Referencias:
1 Fascitis Plantar. MedlinePlus. Agosto, 2020.
2 Plantar fascitis. Mayo Clinic. Diciembre, 2019.
3 Estrategias de prevención y tratamiento de la fascitis plantar en adultos. Cecar. Diciembre, 2015.