En este post vamos a explicar cuáles son los síntomas que pueden indicar que tienes un esguince en el tobillo. Además, te daremos recomendaciones sobre cómo tratar un esguince leve y consejos para prevenir que se produzca esta lesión.
Los esguinces de tobillo son lesiones relacionadas, en muchos casos, con la práctica de deporte. Cursan con dolor, hinchazón, hematoma, rigidez y limitación para mover la articulación. A la hora de diagnosticarlo, el médico centrará su atención en determinar la gravedad de la lesión, pues de ello dependerá el tratamiento que recomiende. Pero, hasta llegar a su consulta, ¿cómo podemos reconocerlo y qué medidas de primeros auxilios podemos practicar?
¿Qué es un esguince y cómo se produce?
Un esguince es una lesión que se produce cuando los ligamentos que se encuentran alrededor de una articulación se estiran intensamente o se rompen debido a que han adquirido una posición antinatural por un esfuerzo durante el movimiento, ya sea durante la práctica deportiva o en el día a día1,2.
Aunque estas torceduras también pueden producirse en la muñeca, en la rodilla o, incluso en los dedos (sobre todo en el dedo pulgar)1, el esguince más habitual es el de tobillo - representan el 25% de todas las lesiones relacionadas con el deporte2-. Este suele producirse en personas que realizan actividades deportivas frecuentemente, en especial, ejercicios físicos que requieren saltar, cambiar de dirección rápidamente o estirar los pies. Pero no hace falta que hagas deporte para lesionarte el tobillo. También se producen esguinces de tobillo al pisar mal o al tropezar en unas escaleras, por ejemplo1,2.
El riesgo o la propensión a sufrir un esguince de tobillo depende de una serie de factores. Entre ellos, el hecho de haber sufrido una lesión anterior en la zona. Pero también influye: caminar o correr en superficies resbaladizas o irregulares, la falta de fuerza o flexibilidad en los tobillos o utilizar zapatos que no se ajustan como corresponde o que no están indicados para realizar una determinada actividad3.
¿Qué síntomas hacen sospechar que tienes un esguince?
Si al realizar un movimiento tu tobillo adquiere una posición antinatural y sientes un fuerte dolor e hinchazón u otros síntomas como cambio de color en la piel, rigidez de la articulación o limitación para moverla, es posible que tengas un esguince3. La intensidad de los signos y los síntomas variarán dependiendo de la gravedad de la lesión.
Aunque sospeches de la posibilidad de haberte lesionado el tobillo, este diagnóstico solo lo puede realizar un profesional médico. Lo verdaderamente importante será determinar la gravedad de la lesión.
El traumatólogo realizará algunas preguntas sobre la forma en la que te has producido la lesión y llevará a cabo un examen físico palpando la piel en busca de los puntos con más sensibilidad. Evaluará los huesos y el tejido blando del tobillo, comprobará la fuerza del mismo y analizará la amplitud de movimiento. En caso de que considere que la lesión pueda ser grave, podrá realizar otras pruebas complementarias para saber cómo de severo es el daño. Por lo que, puede solicitar una radiografía (si hay indicios de fracturas óseas también), una ecografía (para ver el estado general del ligamento), tomografía computarizada (para obtener imágenes tridimensionales muy detalladas de los huesos) o una resonancia magnética (para ver exactamente el estado del ligamento)2,4.
¿Qué hacer si tienes un esguince?
Para paliar los síntomas de un esguince y antes de acudir a la consulta del médico, se pueden aplicar medidas de primeros auxilios tales como4,5:
- Aplicar hielo inmediatamente colocándolo a ser posible dentro de un trozo de tela. Esta medida permite reducir la inflamación.
- Envolver la zona afectada con un vendaje firme pero no apretado que limite el movimiento.
- Siempre que sea posible, mantener elevada la articulación inflamada por encima del nivel del corazón, incluso mientras duerme.
Una vez hayamos recibido el diagnóstico del médico, este valorará si tenemos un esguince leve que podamos tratar desde nuestro domicilio o si nuestra lesión requiere cirugía para reparar los ligamentos desgarrados. En la mayoría de los casos, las pautas de tratamiento incluirán reposo, hielo envuelto en una toalla y colocado sobre la zona afectada durante unos 20 minutos cada 1–2 horas, compresión de la zona con un vendaje elástico y elevación de la articulación. Para paliar el dolor, recetará medicamentos antiinflamatorios y analgésicos4.
Cuando la inflamación y el dolor hayan remitido, se recomienda utilizar compresas calientes y realizar ejercicios de estiramiento antes de retomar la actividad normal2. En algunos casos se requerirán sesiones de fisioterapia5.
Con reposo y el tratamiento adecuado, la mayoría de los esguinces leves de tobillo se curan en un plazo de 4 a 6 semanas4.
Recomendaciones
Una de las recomendaciones más útiles es poner en práctica medidas que minimicen el riesgo de sufrir lesiones en tus articulaciones6:
- Utilizar calzado que ofrezca soporte y protección.
- Integrar, como parte de un programa general de acondicionamiento físico, ejercicios regulares de estiramiento y fortalecimiento.
- Proteger las articulaciones fortaleciendo y acondicionando los músculos que rodean la articulación que se lesionó. Para conocerlos, es conveniente consultar con un sanitario.
- Hacer siempre ejercicios de calentamiento antes de practicar cualquier deporte o actividad física.
- Evitar pisar, ya sea caminando o corriendo, por terrenos irregulares o superficies con hoyos o fisuras.
Deberías acudir a tu médico si ocurre algo de lo siguiente6:
- No te puedes mover ni soportar peso sobre la articulación afectada.
- Experimentas dolor directamente sobre los huesos de una articulación lesionada.
- Sientes adormecimiento en cualquier parte de la lesión.
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Referencias:
1 Esguinces. Síntomas y causas. Mayo Clinic. Diciembre, 2021.
2 Esguinces de tobillo. Teens Health. Noviembre, 2019.
3 Esguince de tobillo. Mayo Clinic.
4 Esguinces. Medline Plus. Mayo, 2021.
5 Esguince de tobillo. MSD. Marzo, 2021.
6 Esguince: primeros auxilios. Mayo Clinic.
