En este post hablaremos del ahogamiento, sus síntomas, sus causas, y cómo actuar ante esta situación y cómo prevenirlo.

El ahogamiento es la tercera causa de muerte accidental en todo el mundo, lo que supone que unas 236.000 personas mueren cada año en todo el mundo por accidentes de este tipo. Este problema afecta principalmente a niños, hombres y personas de países en vías de desarrollo, aunque nadie está exento de poder ahogarse^1,2. 

¿Qué es el ahogamiento?

El ahogamiento es la asfixia o falta de respiración debida a la inmersión total o parcial en un líquido, que provoca una obstrucción de la vía aérea y la penetración de líquido en los pulmones, que puede causar la muerte^3,4. 

Los casos más graves se producen al quedar inmerso en el agua, en piscinas, mares, zonas recreativas acuáticas, espacios naturales con agua y bañeras. 

La persona que se está ahogando contiene la respiración, las cuerdas vocales sufren un espasmo (espasmo laríngeo) que impide la respiración y tiende a agitarse bruscamente. Luego, a medida que el agua penetra en los pulmones, la agitación se va debilitando, los reflejos de la vía aérea desaparecen y los pulmones se encharcan. En los niños, todo esto puede suceder en menos de un minuto, mientras que los adultos pueden permanecer algo más en este estado de intento de supervivencia^3,4. 

Durante el proceso de ahogamiento pueden aparecer síntomas como⁵: 

• Hinchazón abdominal. 
• Cara azulada, especialmente en la zona de los labios (cianosis). 
• Dolor torácico. 
• Piel fría y pálida.
• Confusión y aturdimiento.
• Tos con esputo espumoso y rosado.
• Irritabilidad.
• Parada respiratoria. 
• Agitación y jadeo.
• Pérdida del conocimiento. 
• Vómitos.

¿Por qué se produce? 

La mayoría de los ahogamientos son accidentales, aunque en alguna ocasión pueden ser un intento de suicidio. Las causas más frecuentes de ahogamiento son^3,5: 

• Cansancio excesivo al intentar nadar largas distancias. 
• Nadar en aguas profundas y turbulentas. 
• Darse un golpe en la cabeza estando en el agua.
• Sufrir convulsiones en el agua. 
• Sufrir un ataque cardíaco en el agua.
• No saber nadar. 
• Consumo de alcohol o drogas antes de bañarse. 
• No usar chaleco salvavidas. 
• Dejar a un niño cerca del agua sin vigilancia.
• Prolongar una inmersión más allá de la capacidad de permanecer sumergido.

¿Cómo prevenir el ahogamiento en diferentes situaciones?

Para evitar que esto suceda, debes recordar estas recomendaciones³:

• Procura nadar en zonas vigiladas. 
• Evita las zambullidas en zonas poco profundas.
• No realices actos peligrosos en el agua (aguantar la respiración, nadar en aguas turbulentas, nadar largas distancias).
• No te bañes en aguas muy frías o sal del agua si sientes mucho frío. 

Además, en los niños, también es importante^1,3,5:  

• Llevarlos a clases de natación para que aprendan a nadar y las normas básicas de seguridad. 
• No dejar que se bañen solos sin supervisión. Ni siquiera, en el momento del aseo en bañeras domésticas; ni en pequeñas piscinas de plástico o hinchables.
• No dejar recipientes con agua, como por ejemplo cubos o neveras portátiles, cerca de ellos sin vigilancia. Los bebés y los niños pueden ahogarse con tan solo unos centímetros de agua. 
• Tapar el inodoro con un dispositivo de seguridad.
• Colocar vallas o barreras alrededor de piscinas o zonas de agua.
• Ponerles chalecos salvavidas o dispositivos de flotación personal homologados.

¿Qué hacer en caso de ahogamiento? Primeros auxilios y atención sanitaria 

En caso de que sea demasiado tarde y ya se haya producido el ahogamiento, lo más importante es sacar a la persona del agua cuanto antes. Para ello, es necesario tomar las siguientes medidas^4,5: 

• Realiza el rescate sin poner en peligro tu vida, para ello debes tener una buena capacidad física. 
• Lánzate al agua con un objeto al que puedas agarrarte, como un palo salvavidas, una tabla de surf o una cuerda unida a un objeto flotante. 
• Si el rescate es en aguas poco profundas, intenta realizar alguna respiración boca a boca durante el traslado a la orilla, limpiando antes la vía aérea de la víctima.
• No gires ni dobles el cuello de la víctima, hay que tratarla como si tuviera una lesión cervical.
• Una vez en la orilla, trata de mantener a la persona calmada e inmóvil.
• Solicita ayuda sanitaria de inmediato.
• Mientras llegan los servicios sanitarios, retírale la ropa húmeda y tápale para evitar la hipotermia.
• Si la víctima no respira y no tiene pulso, realízale la reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que llegue la ayuda sanitaria. 
• Si la persona ahogada comienza a respirar de manera espontánea, colócala en la posición lateral de seguridad y permanece con ella hasta que llegue la ayuda sanitaria.

Una vez lleguen los servicios de emergencias⁵:

• Examinarán a la víctima, aunque parezca que está bien. Durante el tiempo que ha permanecido en el agua se han podido producir complicaciones pulmonares, desequilibrio de los electrolitos sanguíneos, traumatismos o alteraciones del ritmo cardiaco, entre otros; por lo que es necesario trasladarla a un hospital para valoración.

Los socorristas, profesionales con formación en técnicas de seguridad en el agua, reanimación y rescate, son esenciales para prevenir ahogamientos, por lo que nadar en zonas supervisadas es mucho más seguro que hacerlo en lugares no supervisados³.

Además, si eres asegurado de Adeslas, recuerda que tienes disponible nuestro Plan de Prevención de Accidentes, donde podrás obtener más información.     

Referencias:

¹Ahogamientos. OMS. Abril, 2021.

²Prevenir los ahogamientos: guía práctica. OMS. Consultado en marzo, 2023. 

³Ahogamiento. Manual MSD. Febrero, 2021. 

⁴Ahogamiento. Clínica Universidad de Navarra. Consultado en marzo, 2023. 

⁵Casi ahogamiento. Medline Plus. Noviembre, 2021.