En este post vamos a explicar qué es y por qué se produce la astenia primaveral. Comentaremos su sintomatología y algunas recomendaciones para abordarla.
La astenia primaveral es una sensación de debilidad y falta de energía física y mental que repercute negativamente en el rendimiento y la calidad de vida de las personas afectadas. Suele manifestarse durante la primavera al desarrollar actividades cotidianas sin necesidad de haber realizado ningún esfuerzo importante. No está catalogada como enfermedad, si bien existe cierta discusión sobre si se trata de un cuadro patológico que debe ser tratado.
Se puede considerar como un síndrome incluido dentro de los denominados trastornos afectivos estacionales, cuya incidencia en los últimos años parece haber experimentado un crecimiento importante1,2.
Causas de la astenia primaveral1-4
La astenia primaveral aparece al inicio de la primavera, con las típicas oscilaciones de temperatura, presión atmosférica y humedad.
Los niños y las personas mayores parecen ser más sensibles a estos cambios. También se estima un mayor impacto entre los 20 y 50 años, afectando más a mujeres que a hombres. Sin embargo, la inespecificidad de sus síntomas y la dificultad para su diagnóstico hacen complicado identificar el tipo de paciente más afectado por la astenia.
Aunque las evidencias al respecto son escasas, algunos investigadores achacan el incremento en los casos de astenia primaveral al ritmo de vida que impone la sociedad actual, con una elevada carga de estrés, ansiedad, sobrecarga laboral, etc. Todo ello puede repercutir en el estado de ánimo, reduciendo la capacidad adaptativa del organismo.
Existen otros factores relacionados con la predisposición a padecer astenia primaveral que incluyen las horas de luz solar y su relación con el sistema endocrino. También se apunta un posible componente inmunológico relacionado con la alergia, así como factores víricos, factores alimentarios y deficiencias nutricionales.
De este modo, la astenia primaveral puede aparecer cuando coinciden una serie de factores ambientales, incluyendo cambios meteorológicos y estacionales, con subida de las temperaturas y oscilaciones en la presión atmosférica; aumento de las horas de luz solar y el cambio de hora; y las modificaciones que se producen en las rutinas diarias.
Todas estas circunstancias pueden alterar la regulación de los ritmos circadianos con la implicación de determinadas hormonas como el cortisol y la melatonina, entre otras.
En condiciones normales, la astenia primaveral tiende a desaparecer por sí sola en unas semanas, una vez que el organismo se ha adaptado a las nuevas circunstancias.
Síntomas de la astenia primaveral1-3
Los síntomas que tienen lugar con la astenia primaveral no suelen ser graves y tienen una duración corta. En el caso de que no desaparezcan en pocas semanas es recomendable consultar con el médico para que pueda indagar sobre las posibles causas, que podrían estar relacionadas con otra patología.
Los signos y síntomas de la astenia primaveral más frecuentes incluyen:
- Cansancio, fatiga y debilidad general.
- Hipotensión y mareos.
- Dolor muscular y articular.
- Cefaleas.
- Dificultad de concentración.
- Irritabilidad y cambios del estado de ánimo.
- Anorexia o pérdida del apetito.
- Problemas digestivos.
- Disminución del deseo sexual.
- Falta de motivación.
- Trastornos del sueño.
En ocasiones, la astenia se puede asociar también con cuadros de ansiedad, situaciones de estrés elevado y trastornos depresivos.
Diagnóstico de la astenia primaveral3
No existe una prueba objetiva que permita establecer un diagnóstico de astenia primaveral. Este se basará en una correcta anamnesis del paciente atendiendo a sus antecedentes personales y evaluación de la intensidad y duración de los síntomas, así como en una correcta exploración física, pudiendo también apoyarse en la realización de pruebas complementarias si fuera preciso.
Recomendaciones para abordar la astenia primaveral1-5
Como hemos comentado, la astenia primaveral no es un estado patológico propiamente dicho, por lo que no existe un tratamiento específico para abordarla. De este modo, cuando la astenia no tiene una causa orgánica específica que la motive se hace necesario aliviar o disminuir sus síntomas, promoviendo la adaptación del organismo.
Algunas investigaciones señalan el potencial de la exposición lumínica para el tratamiento de diversas condiciones clínicas, entre las que se encuentra la astenia primaveral.
En cualquier caso, los expertos coinciden en destacar que la principal clave para combatir la astenia primaveral no son los tratamientos farmacológicos, sino el mantenimiento de unos hábitos de vida saludable.
Entre las recomendaciones para prevenir y atenuar los efectos de la astenia primaveral se encuentran:
- Enfocar la adaptación a los cambios derivados de la nueva estación de manera progresiva.
- Mantener horarios estables para las comidas y el descanso nocturno, además de las horas suficientes de sueño.
- Promover la actividad física regular y el ejercicio físico moderado, ya que pueden contribuir a acelerar el proceso de adaptación y reducir los niveles de estrés.
- Mantener una correcta hidratación, principalmente con agua.
- Fomentar las actividades intelectuales puede servir de motivación y estímulo positivo.
- Seguir una alimentación equilibrada, aportando todos los grupos de alimentos y todos los nutrientes, especialmente vitaminas y minerales. Algunos alimentos pueden ser más efectivos para combatir los síntomas de la astenia primaveral, ya que son ricos en nutrientes que contribuyen a optimizar el funcionamiento del sistema inmunológico. Algunos ejemplos de estos son:
- Frutas ricas en vitamina C y antioxidantes como cítricos, fresas, kiwi y frutos del bosque.
- Las setas y champiñones: son ricos en antioxidantes, selenio, vitaminas del grupo B y vitamina D (si han estado expuestos al sol).
- Semillas y frutos secos: son ricos en zinc, vitaminas E y B3 y triptófano.
- Ajos, cebollas y crucíferas como la col o el brócoli: poseen antioxidantes azufrados, fibra y folatos.
- Alimentos ricos en hierro como la carne, el pescado y las legumbres.
- En caso de existir carencias, podría ser recomendable la suplementación, pero siempre por prescripción.
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Referencias:
1Astenia primaveral. Elsevier. Mayo, 2015.
2¿Existe la Astenia Primaveral? Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Consultado en febrero de 2024.
3Trastorno Depresivo. Clinic Barcelona. Abril, 2018.
4Astenia primaveral. Perspectiva nutricional. Elsevier. Abril, 2009.
5Functional connectivity of brain networks with three monochromatic wavelengths: a pilot study using resting-state functional magnetic resonance imaging. Nature Scientific Reports. Septiembre, 2022.