En este post vamos a hablar sobre la disfagia. Comentaremos sus síntomas más frecuentes y causas comunes, así como el tratamiento para manejar este trastorno.
La disfagia es un trastorno de la deglución que en España afecta en torno al 3 % de la población general, llegando a alcanzar hasta un 30 % en los mayores de 65 años. Esta afección se debe a una dificultad en el transporte de sólidos y líquidos de la boca al estómago1,2.
¿Qué es la disfagia?1,2,4
La disfagia es la dificultad para tragar o deglutir sólidos y/o líquidos, que se origina por causas mecánicas o neurológicas que afectan directamente al aparato de la deglución.
El aparato de la deglución está formado por: la faringe, los esfínteres superior e inferior del esófago y el tubo del esófago. Todas las partes trabajan juntas para llevar el contenido de la boca al estómago e impedir su reflujo. Si algo bloquea o afecta a cómo funcionan estas partes, puede ocasionar problemas para tragar y causar la disfagia.
La disfagia se clasifica según su localización en:
- Disfagia bucofaríngea u orofaríngea: se refiere a la dificultad para llevar el contenido de la boca al esófago debido a problemas funcionales que ocurren cerca de la boca y la faringe.
- Disfagia esofágica: implica la dificultad para transportar alimentos por el esófago.
Síntomas de disfagia1-4
Entre los síntomas asociados a la disfagia se encuentran:
- Sensación de asfixia o tos al ingerir sólidos o líquidos.
- Sentir que la comida se queda atascada en la garganta.
- Regurgitación (el retorno de los alimentos a la boca).
- Notar la voz ronca o debilitada. Carraspeo.
- Náuseas y/o dolor al tragar.
- Acidez estomacal.
- Molestias torácicas.
- Babeo y dificultad para el control de la saliva.
Por otro lado, la disfagia puede producir, entre otras, las siguientes complicaciones1,2:
- Deshidratación, desnutrición, debilidad y pérdida de peso progresiva: el temor al atragantamiento entre cuidadores y pacientes puede generar rechazo a la alimentación.
- Riesgo significativo de broncoaspiración: la comida o bebida pasa al tracto respiratorio en lugar de al digestivo, pudiendo causar infecciones respiratorias y hospitalizaciones.
Causas comunes de la disfagia
Numerosas patologías pueden causar disfagia, pero entre las más frecuentes se encuentran las neurológicas y las oncológicas1.
En función del tipo de disfagia, se presenta una etiología u otra.
Entre las causas de la disfagia bucofaríngea se encuentran1-4:
- Alteraciones funcionales: problemas en el funcionamiento del aparato de la deglución.
- Enfermedades neurológicas: como ictus, párkinson, esclerosis múltiple, tumores cerebrales o demencia, entre otras.
- Enfermedades musculares: como polimiositis y dermatomiositis (inflamación de los músculos; en el caso de la dermatomiositis se acompaña de afectación cutánea) o distrofias musculares, entre otras.
- Enfermedades orgánicas obstructivas: como tumores o abscesos.
- Enfermedades infecciosas: como infecciones bacterianas o virales, candidiasis, sífilis, tuberculosis o botulismo.
- Causas iatrogénicas: aquellas debidas a efectos secundarios de medicamentos, cirugías y/o radiación.
Entre las causas de la disfagia esofágica se encuentran1-4:
- Obstrucción mecánica: estrechamiento o inflamación del esófago por reflujo gastroesofágico (RGE), cáncer de esófago, divertículos (pequeñas bolsas o sacos en la pared interna del tubo digestivo), cuerpos extraños o efectos secundarios de determinados tratamientos, entre otros.
- Enfermedades neurológicas: aquellas que pueden afectar al músculo liso o estriado del esófago y provocar trastornos como la acalasia (alteración que impide que el esfínter esofágico inferior se relaje adecuadamente), espasmos esofágicos o disfunción de la motilidad esofágica, entre otras.
Por otro lado, hay cambios asociados a la edad que pueden afectar a la deglución. Las personas mayores pueden experimentar dificultades para tragar debido a la posible pérdida de piezas dentales, atrofia de los músculos implicados en la masticación, menor producción de saliva, y menor peristalsis (contracciones musculares) esofágica, entre otras1,2,4.
Debido al impacto negativo que tiene la disfagia en la calidad de vida y las complicaciones que puede generar, el diagnóstico temprano es esencial. En hasta el 80 % de los casos, se puede identificar su causa mediante una historia clínica detallada y un examen físico exhaustivo. En los demás casos, podrían ser necesarios estudios complementarios como la endoscopia alta y/o una radiografía con contraste de bario del esófago, estómago y duodeno, entre otros2-4.
Tratamiento de la disfagia1,2,4
El abordaje de la disfagia debe ser integral y multidisciplinar. Los objetivos del tratamiento van encaminados a conseguir que la deglución sea segura y eficaz. Entre las opciones terapéuticas se encuentran:
- Modificaciones en la dieta: cambiar la consistencia de las comidas y bebidas para facilitar la deglución, utilizando espesantes o adaptando la textura de las comidas para que sean de fácil masticación u optando por triturados como purés y papillas.
- Rehabilitación deglutoria: técnicas y ejercicios para lograr una deglución segura y eficaz.
- Estrategias posturales: adoptar una postura adecuada para favorecer la deglución, buscando la verticalidad del paciente. La más utilizada es la flexión cervical anterior, que consiste en acercar el mentón al pecho para ayudar a proteger la vía aérea y disminuir las aspiraciones.
- Medidas ambientales: comer acompañado bajo la supervisión de la familia y cuidadores, respetando el ritmo de cada paciente; comer en un lugar tranquilo sin distracciones, no hablar hasta terminar de tragar por completo y evitar las ingestas en las horas de mayor somnolencia.
- Tratamiento farmacológico: administración de medicamentos para tratar las causas subyacentes como los fármacos inhibidores de la bomba de protones (por ejemplo, los protectores gástricos) e inyecciones de esteroides.
- Procedimientos endoscópicos o quirúrgicos: en casos de obstrucciones físicas o alteraciones estructurales.
- Nutrición enteral: aquellos pacientes con disfagia grave y aspiración recurrente pueden necesitar sondas de alimentación para suministrar directamente los nutrientes en el tubo digestivo.
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Referencias:
1Día Mundial de la disfagia. Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Diciembre, 2022.
2Disfagia. Manual MSD. Marzo, 2022.
3Pruebas de disfagia. MedlinePlus. Septiembre, 2021.
4Guía de disfagia. Manejo de la Disfagia en AP. Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Junio, 2020.