En este episodio de Sin Cita Previa, abordaremos los síncopes en la infancia. ¿Alguna vez alguno de tus hijos ha tenido un desmayo y/o pérdida de conciencia temporal, que se inicia súbitamente, con una corta duración en el tiempo y con una recuperación espontánea?
Estos episodios se conocen como síncopes y, en el caso de los que afectan a la población infantil, te contamos todo lo que necesitas saber sobre ellos. ¿Por qué se producen? ¿Están relacionados con que mi hijo no desayune por la mañana? ¿Es necesario hacer alguna prueba? ¿Cómo debo actuar en estos casos?
¿Qué es un síncope?
El síncope es la pérdida brusca, transitoria y de duración breve del conocimiento y del tono postural, con una recuperación completa e inmediata. Se origina como consecuencia de una disminución del suministro de sangre al cerebro de forma general y transitoria, con la consiguiente disminución del aporte de oxígeno.
Esto sucede cuando la sangre no llega adecuadamente al cerebro debido a diversas condiciones y situaciones, como por ejemplo una disminución de la presión arterial. Los síncopes vasovagales o neuroreflejos son los más frecuentes y se producen cuando la frecuencia cardíaca y la tensión arterial no se adaptan correctamente a un aumento de la demanda de sangre por parte del cerebro.
¿Con qué frecuencia ocurren?
Los síncopes en la infancia son más frecuentes en chicas y en edad adolescente, especialmente a partir de los diez u once años.
Esto se debe a que durante esta etapa están experimentando cambios en su sistema cardiovascular con respuestas anómalas a diferentes estímulos o situaciones. Además, factores como la falta de una hidratación adecuada, sobre todo cuando hace calor, estar mucho tiempo de pie o emociones intensas, entre otras, pueden desencadenar un síncope.
Los síncopes en la adolescencia se dan en un alto porcentaje, uno de cada cuatro adolescentes ha presentado, al menos en una ocasión, un episodio sincopal. Estamos, por tanto, ante un proceso común a esta edad, que se produce en niños sanos y que genera hasta un 3% de las visitas a urgencias.
Es importante consultar con un profesional de la salud si los síncopes se repiten a lo largo del tiempo, ya que en algunos casos pueden ser indicativo de una enfermedad subyacente más grave.
En la consulta del pediatra, cuando se ha producido un episodio sincopal, se realiza una historia clínica detallada, se examina al paciente en busca de signos o síntomas específicos de enfermedades subyacentes como por ejemplo la anemia y se toman constantes vitales haciendo especial hincapié en la tensión arterial.
Lo habitual es que esta exploración física y las constantes (tensión arterial) sean normales, aunque cabe reseñar que la tensión arterial de las niñas que experimentan síncopes tiende a estar en el rango bajo de la normalidad.
En la mayoría de los casos, la historia clínica y la exploración física serán compatibles con un síncope de origen banal, en cuyo caso no se necesitarán más pruebas.
Sin embargo, en algunas situaciones, se puede optar por realizar una serie de pruebas complementarias ante la sospecha de que el síncope pueda tener como origen una enfermedad de base que haya que tratar. En estos casos es fundamental seguir las indicaciones del profesional sanitario que lleve el proceso y saber cómo actuar en caso de que el síncope se repita.
Te invitamos a escuchar el episodio del pódcast al completo. ¡No te lo pierdas!
Referencias:
1Síncopes en la infancia, de Sin Cita Previa con Dos pediatras en casa. Marzo, 2024.