Descubre qué es y cómo evitar la triada de la atleta  Adeslas Salud y Bienestar

En este post vamos a hablar sobre qué es la triada de la atleta, cuáles son sus síntomas, su diagnóstico y algunas recomendaciones para tratarla.


Practicar ejercicio, al igual que alimentarse correctamente, es esencial para mantener una vida equilibrada y saludable. Sin embargo, llevar estos hábitos al extremo puede provocar problemas de salud como, por ejemplo, la triada de la atleta, un trastorno que afecta a mujeres deportistas que se sienten excesivamente presionadas para cumplir determinados cánones1.

La triada de la atleta es más común en los deportes en los que las deportistas se categorizan por peso corporal, como el remo o las artes marciales, y en aquellos en los que la delgadez es importante, como la gimnasia rítmica o el ballet. También puede afectar a mujeres que practican deportes en los que el volumen corporal no está relacionado con el rendimiento, pero que se sienten presionadas por no cumplir ciertos estereotipos1.

¿Qué es la triada de la atleta?1-3

La triada de la atleta es un síndrome que afecta a mujeres deportistas que quieren mejorar su rendimiento deportivo o su forma física al máximo. Está compuesta por tres afecciones que pueden combinarse entre ellas de diferentes maneras:

  • Alteración de la conducta alimentaria con ingesta energética escasa: las deportistas afectadas consumen menos calorías de las que su organismo necesita para desarrollarse, practicar ejercicio al nivel que lo realizan y mantener la salud. Aunque sus objetivos son mejorar su forma física y su rendimiento perdiendo peso, lo que consiguen con estas restricciones es perjudicarlos, además de aumentar las probabilidades de sufrir lesiones y enfermedades. Esta alteración de la conducta alimentaria con consumo insuficiente de energía puede manifestarse con:
    • Un afán por perder grasa y peso corporal para mejorar la apariencia o el rendimiento deportivo.
    • Una pérdida de apetito a causa de la práctica excesiva de ejercicio.
    • Una evitación o reducción del consumo de carbohidratos o grasas de la dieta.
    • Un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), como la anorexia nerviosa o la bulimia.
  • Amenorrea e irregularidades en la menstruación: no consumir las calorías que el organismo necesita puede provocar alteraciones de la menstruación, incluso su retirada (amenorrea). Esto se debe a que el organismo no es capaz de producir las hormonas sexuales necesarias para regular el ciclo menstrual. Los problemas menstruales que afectan a las deportistas que restringen su consumo calórico son:
    • Amenorrea primaria: inicio de los periodos menstruales después de los 15 años de edad.
    • Amenorrea secundaria: ausencia de tres o más periodos consecutivos en una mujer que previamente había menstruado y tenía un ciclo regular.
    • Oligomenorrea: ciclos menstruales de más de 35 días.

Una irregularidad menstrual en una mujer deportista no siempre es debida a la triada de la atleta, sino que también puede estar relacionada con otras afecciones médicas o con un embarazo.

  • Debilidad ósea y osteoporosis: las bajas concentraciones de estrógenos secundarias a la restricción calórica y las deficiencias alimentarias, como el consumo escaso de calcio, también afectan al desarrollo de los huesos, con formación insuficiente de masa ósea y pérdida de densidad mineral ósea. Los huesos cada vez son más frágiles y la probabilidad de padecer osteoporosis, fracturas y lesiones es mayor.

Síntomas y diagnóstico1

Además de la alteración de la conducta alimentaria, las alteraciones menstruales y la debilidad ósea, la triada de la atleta también puede manifestarse con otros síntomas como:

  • Cansancio.
  • Disminución de la capacidad de concentración.
  • Fracturas por sobrecarga y otras lesiones.

Además, pueden observarse otros signos característicos de los trastornos de la conducta alimentaria:

  • Alimentación o dieta estricta, a pesar de haber perdido peso.
  • Preocupación excesiva por el peso o la comida.
  • Consumo de laxantes.
  • Visitas frecuentes al baño después de las comidas.
  • Uñas y pelo débiles.
  • Intolerancia al frío.
  • Caries dental secundaria al desgaste del esmalte dental causado por el ácido de los vómitos de repetición.
  • Frecuencia cardiaca baja e irregular.
  • Tensión arterial baja.
  • Dolor torácico.

Ante una sospecha de este tipo de síndrome, el médico debe indagar a fondo y realizar algunas comprobaciones:

  • Reconocimiento físico detallado.
  • Antecedentes médicos, con especial hincapié en el estilo de vida: alimentación, ejercicio, menstruación, imagen corporal y consumo de medicamentos.
  • Análisis de sangre para determinar la presencia de anemia u otros problemas secundarios a una mala alimentación.
  • Valoración de la densidad mineral ósea.

¿Cómo se trata la triada de la atleta?

Cuando se establece el diagnóstico de triada de la atleta, es necesario modificar la dieta y la rutina de ejercicios para que el organismo pueda recuperarse y volver a funcionar correctamente. La recuperación es gradual. Por ejemplo, la regulación de la menstruación suele demorarse un mes como mínimo y pueden transcurrir seis meses hasta observar cambios en la densidad ósea2,3.

Durante el periodo de recuperación, la persona afectada deberá, entre otras recomendaciones3:

  • Consumir suficientes calorías y una alimentación variada, que incluya cantidades adecuadas de carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales: este proceso puede hacerlo acompañada de un nutricionista, quien le aconsejará cómo reorientar sus hábitos hasta recuperar la menstruación.
  • Disminuir la actividad deportiva: reducir la intensidad o la duración del ejercicio hasta que la menstruación se reanude. Una vez estabilizada, se puede aumentar la actividad física de forma progresiva, a la vez que se aumenta la ingesta de alimentos.
  • Consumir calcio y vitamina D: las atletas con irregularidades menstruales deben consumir cinco raciones diarias de lácteos que les aportarán el calcio necesario para mejorar su masa ósea. Una ración de lácteos corresponde a un vaso de leche, un yogur o una porción de queso. Además, también es necesaria la vitamina D, ya que ayuda en la absorción y retención del calcio; por lo que, si fuera preciso, podría prescribirse su suplementación.

En caso de ser necesario, se puede pedir ayuda a un profesional sanitario de la salud mental durante el proceso de recuperación3. También es importante trabajar conjuntamente con los monitores, entrenadores, familia y personas de apoyo de las deportistas afectadas1.

 

Además, si eres asegurado de Adeslas, recuerda que tienes disponible nuestro Plan de Actividad Física, donde podrás obtener más información. 

 

 

Referencias: 

1La triada de la atleta. Teens Health. Enero, 2014.

2La tríada de la atleta: un fenómeno metabólico. Redalyc. Marzo, 2014.

3Triada de atletas o mujeres deportistas. Healthy Children. Febrero, 2018.

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