Skip to main content

Share

Prolapso uterino: ¿por qué se produce y cómo prevenirlo?

Share
  • Salud Práctica
  • Salud de la Mujer

Prolapso uterino: ¿por qué se produce y cómo prevenirlo? - Adeslas Salud y Bienestar

En este artículo hablaremos sobre el prolapso uterino, sus causas y factores de riesgo, así como de sus principales signos y síntomas, diagnóstico y tratamiento. Finalmente, abordaremos algunas recomendaciones para la prevención y el cuidado de esta afección de salud de la mujer.

¿Qué es el prolapso uterino?1, 2

El útero es un órgano que queda sujeto en la pelvis por diversos músculos, ligamentos y otras estructuras de sostén. Cuando estos tejidos se debilitan o se estiran en exceso el útero cae hacia la vía de parto, teniendo lugar el denominado prolapso uterino. De este modo, el útero ejerce presión en la zona genital, pudiendo llegar a sobresalir por la vagina.

El prolapso uterino se suele producir tras la menopausia, en mujeres que han tenido uno o más partos vaginales.

El tratamiento es recomendable cuando el prolapso uterino causa molestias o interfiere en la calidad de vida, mientras que los casos leves no suelen requerirlo.

Causas y factores de riesgo del prolapso uterino1, 2

Las causas y factores que pueden producir el debilitamiento de las estructuras pélvicas de sostén y, por tanto, el prolapso uterino, pueden incluir:

  • Parto vaginal.
  • Parto con complicaciones o dar a luz un bebé de gran tamaño.
  • Edad tardía en el primer parto.
  • Disminución excesiva en los niveles de estrógeno tras la menopausia.
  • Cirugías pélvicas previas.
  • Envejecimiento.
  • Exceso de peso.
  • Antecedentes familiares de debilidad en el tejido conectivo.
  • Estreñimiento crónico o hacer demasiada fuerza al defecar.
  • Tos o bronquitis crónicas.
  • Ocupaciones en las que se levanten objetos pesados de forma repetida.

Signos y síntomas del prolapso de útero1-3

Después de dar a luz suele ser habitual el prolapso uterino leve asintomático. Sin embargo, en casos moderados o graves pueden aparecer los siguientes signos y síntomas:

  • Sensación de bulto genital.
  • Pesadez o presión en la pelvis o en la vagina.
  • Sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga al orinar.
  • Incontinencia urinaria o ganas repentinas de orinar.
  • Presión o molestia en la zona lumbar.
  • Problemas en las relaciones sexuales.
  • Infecciones vesicales continuadas.
  • Protrusión del útero hacia la vagina, con la posible sensación de roce con la ropa o estar sentada sobre una pelota pequeña.
  • Sangrado y aumento del flujo vaginal.
  • Problemas con la defecación.

Diagnóstico y tratamiento del prolapso uterino2-4

Para establecer el diagnóstico de prolapso uterino debe realizarse una correcta evaluación mediante una anamnesis detallada y una exploración física que puede incluir:

  • Inspección de genitales externos e internos.
  • Exploración ginecológica habitual y de las paredes vaginales.
  • Test de esfuerzo para identificar la incontinencia urinaria asociada al prolapso.
  • Evaluación del tono, de la capacidad contráctil y de los posibles defectos y asimetrías de los músculos elevadores del ano.
  • Exploración ano-rectal.

En ocasiones, será preciso llevar a cabo pruebas complementarias como ecografía ginecológica, analítica de orina, valoración del residuo posmiccional o estudio urodinámico, entre otras.

En cuanto al tratamiento, este será necesario si el prolapso uterino causa síntomas molestos. Se puede diferenciar entre tratamientos conservadores o quirúrgicos. Entre los primeros, destacan:

  • Medidas de cuidado personal: pueden contribuir a aliviar la sintomatología o evitar que el prolapso empeore. Entre ellas se incluyen:
    • Ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico o ejercicios de Kegel.
    • Bajar de peso, si hay exceso.
    • Tratar el estreñimiento.
    • Tratar la tos. Si esta se debe al tabaquismo, dejar de fumar.
  • Utilización de un pesario: se trata de un dispositivo de silicona que se coloca dentro de la vagina para sostener el útero en su lugar y ayudar a fortalecer los tejidos debilitados.
  • Tratamiento hormonal local, si procede.

Dentro de las opciones quirúrgicas, indicadas cuando el prolapso es sintomático y afecta a la calidad de vida de la persona, se pueden encontrar, entre otros, los siguientes procedimientos:

  • Extirpación del útero o histerectomía.
  • Técnicas reconstructivas. Persiguen el mejor resultado anatómico y funcional. La vía de abordaje puede ser vaginal, abdominal abierta o laparoscópica.
  • Colpocleisis o cierre de la abertura vaginal para contener el prolapso. Se suele emplear en personas de edad avanzada.

Recomendaciones para la prevención y el cuidado del prolapso uterino1, 2, 4, 5

Para reducir el riesgo de tener un prolapso uterino, así como para cuidarlo si ya ha ocurrido, se pueden establecer diversas medidas preventivas y de cuidado, entre las que se encuentran:

  • Prevenir el estreñimiento: se recomienda potenciar la ingesta de líquidos, principalmente agua, e incluir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales y semillas.
  • Evitar levantar objetos pesados de forma inadecuada: para levantar peso correctamente debe emplearse la fuerza de las piernas y no la de la cintura o la espalda.
  • Controlar la tos: no fumar y buscar tratamiento para la tos crónica o la bronquitis.
  • Evitar el exceso de peso: llevar una alimentación equilibrada, hacer ejercicio con regularidad y consultar con un profesional sanitario para bajar de peso, si es necesario.
  • Fortalecer los músculos del suelo pélvico: un suelo pélvico fuerte proporciona un mejor sostén para los órganos pélvicos, pudiéndose aliviar los síntomas asociados al prolapso uterino. Los ejercicios de Kegel pueden contribuir a ello. Entre las recomendaciones para su correcta ejecución se encuentran:
    • Realizarlos sentada, aunque se pueden llevar a cabo en cualquier postura, hasta tener dominada la técnica.
    • Colocar la cadera en una posición neutra.
    • Relajar el cuerpo, en especial los aductores y los glúteos, ya que son músculos que se tiende a contraer en lugar del suelo pélvico.
    • Contraer los músculos del suelo pélvico como si se estuviera intentando evitar la expulsión de gases o de orina.
    • Respirar con normalidad. No se debe contener la respiración mientras se realiza la contracción.
    • Mantener la contracción durante unos segundos y relajar por un periodo similar.
    • Puede ser efectivo realizar 8-12 contracciones mantenidas durante 6-8 segundos, 3 veces al día (mañana, tarde y noche, por ejemplo).
    • Una vez que se aprenda a realizar los ejercicios de Kegel de forma correcta se pueden practicar discretamente en cualquier lugar.

En definitiva, el prolapso uterino ocurre cuando el útero se desliza hacia la vagina por la debilidad de los músculos, los ligamentos y otras estructuras de sostén del suelo pélvico. Seguir las recomendaciones para su prevención si existen factores de riesgo, así como aplicar los cuidados indicados si ya se ha producido, contribuirá a evitar o paliar la sintomatología de esta afección de salud de la mujer.



 

Además, si eres asegurado de Adeslas, recuerda que tienes disponible nuestro Servicio de Orientación Médica General, donde podrás obtener más información.




 

Referencias:

1 Prolapso uterino. MedlinePlus. Diciembre, 2023.

2 Prolapso uterino. Síntomas y causas. Mayo Clinic. Septiembre, 2022.

3 Prolapso de los órganos pélvicos. Progresos de Obstetricia y Ginecología. Año 2020.

4 Prolapso uterino. Diagnóstico y tratamiento. Mayo Clinic. Septiembre, 2022.

5 Puntos clave en los ejercicios de Kegel. Medicina de Familia Andalucía. Abril, 2018.