En este post vamos a explicar qué es la depresión infantil, cuáles son sus principales síntomas y damos consejos para ayudarlos.
La depresión infantil es una enfermedad psiquiátrica que provoca sentimientos de tristeza, pensamientos negativos y miedo de forma extrema y persistente. Esto hace el comportamiento de los niños se centre en sus problema y errores, convirtiéndose en personas muy críticas con sus actos y provocando quejas continuas. Este trastorno del estado de ánimo se puede alargar durante semanas, meses o incluso años1,2,3.
En torno al 2% de los niños y entre el 4 y el 8% de los adolescentes presentan depresión. Esta generalmente es el resultado de factores genéticos o problemas causados en su ambiente, como abusos, violencia doméstica, desastres naturales o fallecimientos de familiares, entre otros4,5.
Síntomas que presenta la depresión infantil
Debido a que la depresión se puede manifestar de formas diferentes (pereza, falta de interés, irritabilidad, desesperanza, etc.) y puede ser difícil de detectar1,2, es recomendable acudir al médico si estos síntomas perduran durante varias semanas3,4:
- Estado de ánimo irritable, hostil o de mucha tristeza.
- Desinterés en las actividades o dificultad para divertirse.
- Aburrimiento continuo.
- Sentimiento de desesperanza.
- Problemas de sueño o dormir de manera excesiva.
- Cansancio persistente.
- Dificultad para concentrarse y peor rendimiento escolar.
- Aislamiento social o falta de comunicación.
- Baja autoestima.
- Cambios en los hábitos alimentarios (pérdida o ganancia de apetito).
- Sentimientos de inutilidad o culpa.
- Malestar físico (dolor de cabeza o tripa, mareos, etc.) a los que no se les encuentra causa médica.
- Pensamientos de muerte o intentos de suicidio.
Principales tipos de trastorno
La depresión y otros trastornos del estado de ánimo pueden clasificarse en diferentes categorías2,5:
- Depresión mayor: intenso episodio depresivo de desarrollo reciente que dura al menos dos semanas y que, aunque puede aparecer a cualquier edad, es más frecuente después de la pubertad. Su riesgo de recurrencia es mayor en los pacientes que tienen episodios graves, que son más jóvenes, o que han tenido múltiples episodios.
- Depresión crónica (distimia): depresión más leve que se desarrolla de una forma continua y que dura mínimo dos años. Algunos de sus síntomas más frecuentes son los cambios en la forma de alimentación (falta o exceso de apetito), insomnio o dormir mucho, cansancio, baja autoestima, poca concentración, desesperanza…
- Trastorno de adaptación con ánimo depresivo: estado de ánimo que se produce a consecuencia de un acontecimiento angustioso, ya sea una catástrofe natural o la muerte de un familiar.
- Trastorno bipolar: (depresión maníaca o depresión bipolar): afección caracterizada por episodios de depresión mayor que se alteran con episodios de excesiva energía y alegría.
- Trastorno de desregulación del estado de ánimo disruptivo (o perturbador): tipo de depresión que provoca rabietas continuas e intensas y frecuentes, así como estallidos de agresividad y enfado. Es común en niños de entre 6 y 10 años y dura al menos un año. Es común en pequeños que sufren trastorno desafiante oposicional, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o trastorno de ansiedad.
Diagnóstico: cómo se detecta un cuadro de depresión en un niño
Los niños pueden presentar uno o más síntomas de depresión de forma general, aunque no se considera un trastorno depresivo si no aparecen al menos cinco o más de los síntomas descritos anteriormente. Estos deben mantenerse como mínimo durante dos semanas, a lo largo de la mayor parte del día y provocando problemas significativos en el trascurso de la jornada4.
Para determinar si tu hijo sufre algún tipo de depresión, es necesario acudir a profesionales de la salud mental (psiquiatras infantiles en casos graves y pediatras en casos leves), quienes, a través de una entrevista con el niño o el adolescente e información de padres y maestros, cuestionarios breves..., identificarán síntomas depresivos4,5. En estas entrevistas se interrogará acerca de4:
- Factores causales: violencia doméstica, abuso y explotación sexual y efectos adversos de fármacos.
- Comportamientos suicidas: ideación, gestos, intentos.
- Antecedentes: permiten descartar otro tipo de trastornos.
- Evaluación del contexto familiar y social.
Cuándo acudir a un médico
Se recomienda que los niños que presentan los primeros síntomas de depresión acudan al pediatra o psiquiatra infantil para que los diagnostiquen y conjuntamente con el psicólogo, puedan avaluarles, detectar si existen otros problemas de salud mental y del comportamiento y tratarles lo antes posible1.
En estas consultas se recomienda que los terapeutas especializados evalúen a los niños de forma individual, familiar o una combinación de ambas, e incluso que el colegio forme parte del tratamiento. La inclusión del entorno en la terapia ayuda a que el tratamiento sea más eficaz, especialmente en los niños mayores1.
Diagnosticar a tiempo una depresión puede salvar muchas vidas, y es que el suicidio es la principal causa de muerte de los jóvenes de entre 10 y 24 años1.
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Referencias:
1 Depresión y ansiedad. CDC. Abril, 2022.
2 Depresión. KidsHealth. Agosto, 2016.
3 Depresión en el niño y adolescente. Clínica Universidad de Navarra. Consultado en julio, 2021.
4 Depresión en niños: información para padres y familiares. Hospital Sant Joan de Dèu. Mayo, 2021.
5 Trastornos depresivos en niños y adolescentes. Manual MSD. Abril, 2021.