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Aunque se “venden” como una alternativa al tabaco menos dañina, lo cierto es que emiten sustancias tóxicas perjudiciales para la salud de quienes los usan y, también, de los “e-fumadores pasivos”.


Las emisiones de cigarrillos electrónicos generalmente contienen nicotina y otras sustancias tóxicas que son perjudiciales, tanto para los usuarios como para los no usuarios que están expuestos a los aerosoles de segunda mano.1

Ante las dudas que existen sobre la seguridad y eficacia de estos dispositivos como método de abandono del tabaco y sobre la expansión de su uso especialmente entre los más jóvenes, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha hecho pública su Declaración oficial2 sobre cigarrillos electrónicos (CE) y los dispositivos que calientan pero no queman tabaco (sistemas Heat not Burn o HnB).

Para realizar este documento, un equipo de expertos de la Sociedad Científica encabezados por el Dr. Jaime Signes-Costa, coordinador del Área de Tabaquismo de SEPAR, ha revisado la evidencia científica actual. Esta labor de investigación ha llegado a dos conclusiones:

  • La inhalación de los aerosoles y humos que generan estos dispositivos es tóxica para la salud.
  • Estos dispositivos no pueden recomendarse como métodos para dejar de fumar.

Uso de CE y HnB en el mundo

Según la SEPAR, en la actualidad, existen más de 460 marcas de dispositivos electrónicos. El uso del CE se ha extendido por todo el mundo, duplicándose entre 2008 y 2012.

  • En EE. UU, la National Youth Tobacco Survey señala que más de 3,5 millones de estudiantes norteamericanos consumen regularmente CE, y ha sido catalogado como una epidemia por la FDA.
  • En Europa, los datos del Eurobarómetro 2017 concluyen que el 9% de los encuestados consumen ocasionalmente CE y el 2% son usuarios habituales. Entre 2014 y 2016 aumentó el número de los que lo han probado alguna vez del 12% al 15%. En cuanto a su utilidad para dejar de fumar, más de la mitad refiere que no les resulta útil para reducir el tabaco (52%), y lo peor es que hasta un 60% de aquellos que utilizan cigarrillos electrónicos para dejar de fumar terminan por convertirse en fumadores duales, es decir, consumidores de cigarrillos normales y de cigarrillos electrónicos al mismo tiempo.
  • En España, los datos de la Encuesta sobre uso de drogas en enseñanza secundaria (ESTUDES 2018) que elabora el Ministerio de Sanidad, reflejan que el 48,4% de los alumnos ha utilizado en alguna ocasión el cigarrillo electrónico. El consumo en varones ha sido del 52,4% y en mujeres del 44,5%. Es de reseñar que de cada 10 estudiantes que han fumado en alguna ocasión, ocho de ellos han utilizado cigarrillos electrónicos. Pero lo más destacable es que de cada 10 estudiantes que nunca han fumado tabaco, tres de ellos han utilizado cigarrillo electrónico en alguna ocasión.

Los CE y los HnB, tan nocivos como los cigarrillos

Desde el año 2013, SEPAR ha mantenido un posicionamiento claro en contra de los e-cigarrillos y otros dispositivos electrónicos, constatando que contienen sustancias tóxicas que son nocivas para la salud. De igual modo, el Fórum Internacional de Sociedades Respiratorias, que agrupa a las principales sociedades científicas internacionales del ámbito respiratorio, hizo una declaración en contra de estos dispositivos. Sin embargo, tal y como explica Carlos A. Jiménez-Ruiz, presidente de SEPAR “estamos asistiendo a un incremento en las ventas de estos dispositivos especialmente entre los adolescentes y los jóvenes. Algunas compañías tabaqueras han entrado en el mercado y se ha instaurado la estrategia de que estos dispositivos son un buen método para dejar de fumar. Por ello, en SEPAR pensamos que este era el momento de desarrollar un nuevo documento, con la evidencia actualizada sobre su seguridad y eficacia”

Por todo ello, desde la SEPAR concluyen que la utilización de estos dispositivos produce riesgos para la salud y no ayuda a dejar de fumar. De este modo, proponen que los mismos sean considerados como productos de tabaco y cumplan con la legislación vigente en cuanto a consumo, venta y publicidad del tabaco, además de que tengan la misma carga fiscal que tienen los cigarrillos.

 

 

Referencias:

1 E-cigarettes. Organización Mundial de la Salud. Enero, 2020. 

2 Menor toxicidad no equivale a menor riesgo para la salud. Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) Febrero, 2020. 

Salud Práctica

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