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Que el bebé duerma con uno o los dos progenitores puede ser muy beneficioso para él, aunque, también, puede conllevar riesgos. Repasamos el colecho seguro en este post.

Se denomina colecho a la práctica mediante la cual los bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores en la misma cama. Esta práctica, muy habitual, ha sido ampliamente discutida por la comunidad científica porque, si bien tiene innegables ventajas, puede tener también inconvenientes, algunos de ellos muy graves para el bebé.

Las ventajas del colecho

Tal y como explican los expertos de la Asociación Española de Pediatría (AEP)1, el ser humano es el mamífero más dependiente que existe durante el primer año de vida. Esto hace que sus conductas estén habitualmente encaminadas a mantener cerca a su cuidador (generalmente, la madre), de día y de noche. Por ejemplo, el hecho de que los bebés se despierten con frecuencia y lloren demandando alimento, tiene como función mantenerle bien alimentado para prevenir posibles bajadas de azúcar. El colecho favorece la lactancia materna, una alimentación que tiene un efecto protector frente al Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). El síndrome de muerte súbita del lactante es la muerte repentina e inexplicable de un niño menor de un año de edad mientras duerme. Además, la leche materna ayuda al bebé a dormir, entre otras cosas porque contiene triptófano, una sustancia que induce el sueño.

El colecho también favorece los vínculos afectivos madre-hijo y contribuye al bienestar del bebé, a su desarrollo neuronal y su capacidad de dar respuestas adecuadas ante situaciones de estrés.

Precauciones para un colecho seguro

Hace algunos años, el Comité de Lactancia Materna y el Grupo de Trabajo para el Estudio de la muerte Súbita Infantil de la Asociación Española de Pediatría elaboraron un documento de consenso de recomendaciones sobre el colecho, la lactancia materna y el SMSL2. Este informe recoge las siguientes recomendaciones para que el bebé duerma con sus padres con todos los beneficios que esto reporta y sin riesgos.

La manera más segura de dormir para los lactantes menores de seis meses es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres. Hay evidencia científica clara de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL en más del 50%.

Aunque el colecho favorece la lactancia materna y ésta tiene un efecto protector frente al SMSL es importante tener en cuenta ciertas circunstancias en las que el colecho no es recomendado:

  • Lactantes con menos de tres meses de edad.
  • Bebés prematuros o con bajo peso al nacimiento.
  • Padres que consuman tabaco, alcohol, drogas o fármacos sedantes.
  • Situaciones de cansancio, especialmente de cansancio extremo, como el postparto inmediato.
  • Colecho sobre superficies blandas, colchones de agua, sofás o sillones.
  • Compartir la cama con otros familiares, con otros niños o con múltiples personas.

 

IMPORTANTE: Practicar o no el colecho es una decisión de los padres, ligada muchas veces a la cultura y a los deseos de cada familia sobre la relación con sus hijos. A fin de favorecer la seguridad de esta práctica, los profesionales de la salud, médicos, pediatras y enfermeras, deben ofrecer a los progenitores información sobre las circunstancias que pueden acarrear mayor riesgo para los niños si se practica el colecho, principalmente entre los menores de 6 meses de edad.

 

 

Referencias:

1 Colecho. ¿Es malo compartir la cama con el bebé? En Familia-Asociación Española de Pediatría (AEP). Octubre de 2019. 

2 Díaz Gómez, N. Marta y col. Colecho, síndrome de muerte súbita del lactante y Lactancia Materna. Recomendaciones actuales de consenso. Asociación Española de Pediatría. 2014. 

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