Consecuencias sanitarias y para la salud mental de la guerra - Adeslas Salud y Bienestar

En este post te contamos las consecuencias de la guerra de Ucrania, tanto para la salud mental de la población como desde el punto de vista sanitario de esta crisis humanitaria. Desde Adeslas Salud y Bienestar nos hemos sumado a Médicos sin Fronteras para dar asistencia médico-humanitaria y hacer llegar suministros esenciales a los millones de familias afectadas por el conflicto y, si eres cliente, tú también puedes colaborar con nosotros convirtiendo tus puntos acumulados en donaciones. ¡Ayúdanos a ayudar!

¿Cómo? Convirtiendo tus puntos acumulados en donaciones de 5€, 10€ o 20€ estarás enviando ayuda imprescindible a miles de personas. Un gesto solidario de gran impacto que transforma vidas.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incidido en la necesidad de que la salud siga siendo prioritaria durante el conflicto bélico que está teniendo lugar en Ucrania, así como que sea un pilar esencial en la ayuda humanitaria a este país. Ha apuntado también a que se debe garantizar que sean seguros y accesibles los servicios médicos básicos para la población1.

Las consecuencias sanitarias pueden ser muy significativas, y ya lo están siendo, de ahí la importancia de proteger a los profesionales sanitarios para que puedan seguir salvando vidas. Además, la OMS recalca que es esencial que los suministros médicos lleguen a quienes los necesitan para su tratamiento, como por ejemplo es el caso del oxígeno2.

Como ha sucedido anteriormente en otras guerras, es muy probable que el sistema sanitario en Ucrania se colapse a causa del importante incremento en el número de personas que requieren atención3.

Desde el punto de vista físico, se agravarán muchas de las patologías crónicas que tenía la población por la aparición de enfermedades y lesiones relacionadas con la guerra, como pueden ser heridas, quemaduras, traumatismos y hemorragias, o patologías asociadas a la falta de higiene y al hacinamiento, como por ejemplo diarrea, parásitos o cólera entre otros. Además, ya están apareciendo múltiples problemas relacionados con la salud mental2.

Y si esta guerra tendrá consecuencias muy significativas en la salud tanto física como psíquica de la población, serán aún más graves en niños y adolescentes4. Tal y como se ha podido comprobar en conflictos bélicos anteriores, los niños, a causa de su mayor vulnerabilidad, sufren graves alteraciones sobre su salud a corto, medio y largo plazo4.

Por todo esto es importantísimo unirse a campañas como la que hemos lanzado desde Adeslas Salud y Bienestar sumándonos a Médicos sin Fronteras, para proporcionar asistencia médico-humanitaria y hacer llegar suministros esenciales a los millones de familias afectadas por el conflicto de Ucrania.

Puede aumentar la prevalencia de COVID-19

Desde el comienzo de esta ofensiva también se ha reducido de forma drástica el número de pruebas para detectar la COVID-19, lo que puede implicar un aumento en la transmisión comunitaria de la enfermedad ocasionada por casos que no hayan sido detectados. Además, la baja tasa de vacunación en el país a día de hoy puede provocar que un número importante de personas desarrollen la enfermedad de forma grave5.

Salud mental y guerra

Experimentar la sensación de indefensión, vulnerabilidad, peligro y miedo que ocasiona una guerra puede marcar de manera profunda a las personas: se producen sucesos traumatizantes que sobrepasan los mecanismos de reacción del ser humano ante situaciones extremas6.

La primera reacción es el estrés agudo de las personas, pero es previsible que, tanto en niños como en adultos, aumente la prevalencia de distintas patologías mentales como la ansiedad, depresión, problemas relacionados con el sueño, un incremento del consumo de tóxicos, la aparición de conductas suicidas y el desarrollo del trastorno de estrés postraumático. Este último es muy frecuente al vivir este tipo de situaciones3.

Los síntomas del estrés postraumático pueden aparecer en cualquier momento, hay ocasiones en las que se presentan al mes del hecho y, en otras, pueden pasar años. Interfieren de manera importante en la vida diaria de las personas que lo sufren, en sus relaciones sociales y laborales7. Se trata de un problema muy complejo, que puede aparecer tanto en la infancia como en la edad adulta, y que puede ocasionar síntomas de distintos tipos: recuerdos intrusivos, evasión, cambios en el pensamiento y en los estados de ánimo, y cambios en las reacciones físicas y emocionales7.

  • Recuerdos intrusivos. Revivir el hecho traumático como si estuviese sucediendo nuevamente; que aparezcan de manera involuntaria y recurrente, recuerdos del suceso que provoquen angustia; tener pesadillas, reaccionar de manera física o con angustia grave ante cosas o situaciones que le recuerden el hecho7.
  • Evasión. Evitar nombrar el suceso traumático y también a personas, actividades o lugares que puedan recordarlo7.
  • Cambios negativos en el pensamiento y en los estados de ánimo. Pensamientos negativos, sensación de desesperanza sobre el futuro, dificultad para experimentar emociones positivas, problemas de memoria relacionados con el hecho traumático vivido, distanciarse de la familia, de los amigos o del entorno, estar emocionalmente insensible, incluso la falta de interés por las cosas que antes le interesaban7.
  • Cambios en reacciones físicas y emocionales. Estar siempre alerta con sensación de peligro, sufrir trastornos del sueño, asustarse fácilmente, tener dificultad para concentrarse, mantener conductas autodestructivas como el consumo de sustancias ilegales o de alcohol, desarrollar conductas agresivas o arrebatos de ira, incluso tener sensación de culpa o de vergüenza7.

En el caso de los niños de hasta 6 años es posible que recreen el evento traumático a través del juego y que sufran pesadillas, aunque estas no incluyan aspectos relacionados con el hecho negativo7.

Cuando los niños se ven sometidos a eventos traumáticos graves, como una guerra, es posible que tenga consecuencias en su desarrollo cognitivo y que sufran secuelas psicológicas que perduren durante toda su vida8.

¿Cómo puedo ayudar?

Por todo esto, es importe movilizarse y participar en campañas de ayuda a las personas afectadas por el conflicto.

Si eres cliente y usuario de Adeslas Salud y Bienestar ahora puedes donar tus puntos acumulados al fondo de emergencias de Médicos sin Fronteras, para proporcionar asistencia médico-humanitaria y hacer llegar suministros esenciales a los millones de familias afectadas por el conflicto de Ucrania.

Puedes seguir sumando puntos participando activamente en Adeslas Salud y Bienestar, apuntándote a planes o compromisos de salud y donarlos a causas con fines solidarios.

 

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Referencias:

1 El Director General y el Director Regional de la OMS para Europa advierten que el suministro de oxígeno médico en Ucrania se ha reducido peligrosamente debido a la crisis. OMS. Febrero, 2022.

2 Emergencia en Ucrania. OMS. Consultado en marzo, 2022.

3 Vivir una guerra supone una ruptura con la vida tal y como se conocía hasta ese momento. Agencia SINC. Marzo, 2022.

4 Llamamiento de la Pediatría para detener la guerra en Ucrania. Asociación Española de Pediatría. Febrero, 2022.

5 La OMS alerta sobre un posible aumento del COVID-19 en Ucrania y urge a establecer un corredor humanitario. Naciones Unidas. Marzo, 2022.

6 La guerra como desastre. Sus consecuencias psicológicas. Scielo. Diciembre, 2017.

7 Trastorno de estrés postraumático (TEPT). Mayo Clinic. Noviembre, 2021.

8 Los traumas psicológicos para la infancia en zonas de guerra. Save the Children. Consultado en marzo, 2022.

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