Abuelo disfrutando con su nieto en familia - Adeslas Salud y Bienestar

La relación afectiva entre los mayores y los pequeños no solo refuerza la familia, sino que también favorece el desarrollo de habilidades emocionales y de la solidaridad.


Aunque siempre se ha otorgado mucha más importancia a las relaciones que se establecen entre padres e hijos o entre hermanos, el vínculo afectivo con los abuelos puede también suponer un sólido anclaje en la formación de los niños, así como un punto de refuerzo de la autoestima en los mayores.

En las últimas décadas hemos asistido a importantes cambios que han transformado la estructura familiar occidental: cada vez hay más hogares unipersonales, han disminuido las familias numerosas y surgido nuevos modelos monoparentales, aumentan los padres y madres que encuentran nuevas parejas que, a su vez, tienen otros hijos… Son cambios que han contribuido a que las relaciones entre las distintas generaciones, y en concreto las que se entablan entre abuelos y nietos, hayan adquirido una especial relevancia1.

El papel de los abuelos en las familias modernas

Esta transformación social ha cambiado los tradicionales roles familiares y, entre ellos, el papel que juegan los abuelos en las familias modernas. A menudo se habla de la relación entre abuelos y nietos en términos de ‘utilidad social’. Por ejemplo, la ayuda que pueden prestar quedándose al cuidado de los pequeños cuando los padres se van a trabajar, su papel como canguros expertos en la época de vacaciones escolares, de compañeros en las salidas a la calle o de enfermeros de guardia cuando nuestros pequeños se ponen malitos.

Pero esta relación va más allá de su papel como soporte, pues el de los abuelos y los nietos es un vínculo que se asienta en los contrastes: la inocencia frente a la experiencia, la curiosidad y el asombro frente a la sabiduría asociada a la edad. Unos están en el inicio de la vida, cuando todo se experimenta con novedad y energía arrolladora; los otros, en el momento del sosiego y del balance. Por ello resulta tan interesante este vínculo, que puede contribuir a transformar su visión del mundo.

Bienestar infantil y efectos positivos

Una de las claves, aseguran distintos expertos, es la transmisión de valores de una generación a otra. Además, un miembro anciano en la familia puede comunicar valores, instruir y dar apoyo a sus nietos atendiendo a las cuestiones relacionadas, entre otros, con el trabajo y la educación, tal y como explica un artículo publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología2. Este mismo artículo también concluye que los nietos que tienen relaciones más cercanas a sus abuelos:

  • Tienen un profundo sentido de pertenencia a la familia y la comunidad.
  • No comparten estereotipos negativos asociados al envejecimiento.
  • No temen a la vejez porque sus abuelos sirven como modelos positivos de rol.

El amor entre abuelos y nietos y la huella que deja en los pequeños esta relación tan positiva es un anclaje para su futuro. Además, puede ser también una influencia positiva para los mayores.

Beneficios para los abuelos

Siempre que la relación no sea impuesta y no genere una excesiva carga de responsabilidad y trabajo para los mayores, el contacto con los nietos puede ayudarles a sentirse más jóvenes mentalmente.

  • En las personas mayores de 70 años se ha demostrado una clara asociación entre sentirse joven y cuidar de los nietos, asegura un estudio de la Universidad Pompeu Fabra3. Este efecto es aún mayor en las abuelas.
  • Identificarse con el papel de abuelo hace desarrollar un sentido creciente del bienestar y de la moral, sobre todo en los momentos de pérdida personal, social y material1.
  • Tienen menos probabilidad de caer enfermos mental, física y socialmente3.

Más autoestima, menos depresión

El vínculo, aseguran los expertos, refuerza el bienestar emocional en las dos generaciones. En este sentido, un trabajo2 que estudia la relación entre los abuelos y nietos y su asociación con síntomas depresivos, apunta que “entre los adultos mayores, sentirse competente y capaz como abuelo de un nieto de cualquier edad se asocia con menos síntomas de depresión”.

Este beneficio se da también en el otro sentido, pues se ha visto que los adolescentes que tienen afinidad con algún abuelo presentan menores signos de depresión, especialmente cuando el nieto proviene de un hogar monoparental o de una familia reconstituida.

Además, según los estudios de Neugarten y Weinstein, los nietos pueden ayudar a los abuelos a alcanzar una mayor plenitud emocional, así como también a:

  • Desarrollar sentimientos que tal vez no fueron capaces de mostrar.
  • Posibilitar ser fuente de recursos.
  • Sentirse orgullosos de los logros de sus nietos.
  • Sentirse útiles y valorados.

Asimismo, se ha visto que, cuando esta relación abuelo-nieto ha sido positiva, una vez que el nieto se hace adulto entiende que debe responsabilizarse en el cuidado del abuelo que va perdiendo sus aptitudes.

Recuerda que:

  • Las relaciones intergeneracionales pueden beneficiar la salud emocional de los abuelos y de los niños.
  • Estar en contacto con los nietos favorece la autoestima y los sentimientos positivos de los mayores.
  • Este vínculo facilita la transmisión de valores, la empatía y la solidaridad.
  • Facilitar un espacio para el encuentro puede ser muy positivo para los lazos familiares.

 

Referencias:

1 Relevancia psico-socio-educativa de las relaciones generacionales abuelo-nieto. Enero, 2008. Revista de Pedagogía.

2 Influencia de los abuelos en la socialización familiar de los nietos. Revisión de la literatura científica. Julio, 1999. Revista Española de Geriatría y Gerontología.

3 Do grandchildren influence how old you feel? Journal of Aging and Health. Diciembre, 2015.

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