Gota: una enfermedad en aumento que debemos prevenir – Adeslas Salud y Bienestar

En este post vamos a explicar qué es la gota, cuáles son sus principales causas y síntomas, y cómo prevenir su aparición.


Alrededor de 800.000 personas en España, es decir, en torno un 2,4% de la población adulta, padecen gota, una enfermedad que está en crecimiento debido al aumento de la esperanza de vida y a los hábitos de la población, y que afecta principalmente a hombres a partir de los 35 o 40 años, aunque también la pueden padecer mujeres de más de 50 años1,2.

Qué es la gota2,3

La gota es un tipo de artritis producido por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, lo que provoca inflamación y dolor intenso en la zona. Este tipo de inflamación, sensibilidad extrema y dolor agudo suele aparecer en el dedo gordo del pie y el dolor puede durar entre una y dos semanas si no se trata.

El ácido úrico es un subproducto de la degradación de las purinas, unas sustancias que el cuerpo produce y descompone continuamente, y que también obtenemos de la alimentación, por lo que siempre está presente en pequeñas cantidades en la sangre. El problema aparece cuando la cantidad de ácido úrico en la sangre es excesiva, bien porque el cuerpo produce demasiado o porque la cantidad de purinas ingerida con los alimentos o el alcohol es mayor que la que se elimina en la orina y las heces. Cuando los niveles de ácido úrico en sangre son altos, se forman estos cristales de urato en forma de aguja puntiaguda que se depositan en las articulaciones.

Los factores de riesgo principales de la gota son:

  • Alimentación: algunos alimentos como las carnes rojas, las vísceras, el marisco y algunos pescados (anchoas, sardinas, trucha, atún…), las bebidas azucaradas o el alcohol aumentan el riesgo de padecer gota.
  • Obesidad: el exceso de peso dificulta la eliminación del ácido úrico por los riñones, lo que hace que aumenten los niveles en el organismo.
  • Problemas médicos: algunas afecciones como la hipertensión arterial, la diabetes, el síndrome metabólico o enfermedades renales y cardiacas pueden aumentar el riesgo de padecer gota.
  • Algunos fármacos: ciertos fármacos como la aspirina, los diuréticos, los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y los betabloqueantes pueden contribuir a que los niveles de ácido úrico aumenten.
  • Herencia familiar: si tienes antecedentes familiares con gota, es más probable que tú también la puedas padecer.
  • Intervenciones quirúrgicas o traumatismos: en algunas ocasiones, las intervenciones quirúrgicas, los traumatismos o la administración de vacunas pueden desencadenar un ataque de gota.

Cuáles son los síntomas de la gota

Los ataques de gota suelen producirse en el dedo gordo del pie, aunque pueden afectar a cualquier articulación, las más comunes son los tobillos, las rodillas, los codos, las muñecas y los dedos. Los síntomas más comunes son3,4:

  • Dolor articular intenso: el dolor generalmente empieza de manera repentina y de noche. Suele ser más intenso en las 4 a 12 horas siguientes al inicio del ataque.
  • Inflamación de las articulaciones: las articulaciones afectadas se hinchan, enrojecen y se vuelven más sensibles.
  • Limitación del movimiento: según avanza la gota, es posible que se reduzca la capacidad de movimiento.
  • Molestia persistente: con el paso de los días desaparece el dolor intenso, pero las molestias articulares pueden persistir durante días o semanas.
  • Fiebre.

Entre 6 y 12 meses después del primer ataque, pueden producirse otros, e incluso desarrollarse gota crónica, también conocida como artritis gotosa. Las personas que padecen esta enfermedad tienen dolor articular y otros síntomas que suelen deberse a la formación de tofos gotosos debajo de la piel. Los tofos son protuberancias que aparecen en las articulaciones y que pueden supurar una sustancia blanquecina formada por cristales de ácido úrico como consecuencia de haber sufrido gota durante varios años.

Cómo prevenir la gota

Aunque la gota como tal no se puede prevenir, sí se pueden evitar los factores que la desencadenan2,4:

  • Reducir el consumo de alimentos ricos en purinas: evitar consumir vísceras, mariscos, carnes rojas, espárragos y alcohol.
  • Tomar medicamentos específicos, tales como el alopurinol o el febuxostat, para reducir el nivel de ácido úrico, que generalmente se tienen que tomar de por vida.

Si padeces estos síntomas debes acudir a tu médico para que te haga una exploración médica y pueda determinar, mediante un análisis de sangre, si los valores de ácido úrico son mayores a 7 mg/dl, lo que se consideraría hiperuricemia. En ocasiones también se extrae líquido de la articulación para observar si existen cristales.

Además, si eres asegurado de Adeslas, recuerda que tienes disponible nuestro Servicio de Orientación Médica General, donde podrás obtener más información.

 

Referencias:

1 Expertos alertan del incremento de la gota y del aumento de los pacientes hospitalizados. SER. Septiembre, 2022

2 Gota. Clínica Universidad de Navarra. Consultado en octubre, 2022.

3 Gota. Mayo Clinic. Diciembre, 2021

4 Gota. Medline Plus. Mayo, 2021.

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