A la hora de comprar calzado es importante valorar que uso se les va a dar y con qué frecuencia van a utilizarse. Cuando se trate de caminar, elige zapatos que sean saludables para tus pies.
Tal y como explican los expertos del Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA)1, la elección de un buen calzado es esencial para el mantenimiento diario de los pies, pilares fundamentales del movimiento. Cada persona es un mundo y no todos estamos cómodos con los mismos zapatos. Caminar con un calzado incorrecto puede tener impacto sobre nuestra estructura corporal y causar desequilibrios. Pero existen algunas pautas a seguir para asegurar el máximo bienestar de nuestros pies:
Dar con la talla correcta
Para que las dimensiones del zapato se ajusten correctamente, es importante ir a comprar zapatos a última hora del día, cuando los pies están más hinchados y agotados. Los zapatos no deben quedar demasiado justos, ya que esto aumenta el riesgo de roces; ni demasiado holgados, ya que esto da inestabilidad a la marcha.
Se aconseja también probarse los zapatos de los dos pies y con los calcetines o medias con los que tenemos pensado usarlos. Respecto a estos últimos, es recomendable que tengan el menor número de costuras y que estén realizados con fibras naturales.
Analizar el interior
Es recomendable usar zapatos cuyo interior esté realizado con materiales naturales y que no tengan costuras que puedan molestar o causar roces. Además, deben asegurar un buen confort térmico (aportarnos la temperatura óptima para la época del año en que los vamos a usar) y un buen confort mecánico, permitiendo a nuestros pies moverse cómodamente.
Las plantillas del zapato deben ser blandas, especialmente en la parte delantera. Cuando hay alguna dolencia o bien por las características biomecánicas del pie o de la marcha, será necesario el uso de plantillas podológicas; en este caso la plantilla podológica sustituiría a la plantilla del zapato o bien actuaría de manera complementaria, por lo que debemos asegurarnos de que el calzado cuente con un volumen interior suficiente para la buena dinámica de nuestros pies.
Estudiar el diseño
En términos generales, el zapato ha de ser lo más ligero posible y contar con una buena flexibilidad, para lo que se recomienda valorar la elasticidad de la puntera. También es importante que permita un correcto apoyo en el talón y la zona metatarsal. Además, para estabilizar el pie es beneficioso que el zapato presente contrafuertes.
La capacidad de amortiguación del zapato también es importante, así como las características de rozamiento entre el calzado y la superficie de apoyo, siendo positivo que la puntera se despegue del suelo entre 1-1,5 cm. En el caso de calzados poco flexibles, como plataformas, zuecos, etc. (calzados que deben evitarse en la mayor medida), cuanta más elevación de la puntera respecto al suelo, más se mejorará el comportamiento del calzado y se evitarán tropiezos.
La amortiguación de los impactos, así como la estabilidad lateral del paso dependen también directamente de la parte trasera del calzado. Hay que prestar especial importancia a esto cuando se usan tacones, ya que resulta clave para evitar caídas y lesiones de tobillo. Para proporcionar una base estable al talón, la parte en contacto con el suelo debería ser igual de ancha que la parte delantera.
Comprobar el agarre de la suela
Los zapatos deben proporcionar suficiente agarre como para permitir avanzar de forma eficaz tanto en suelo seco como en mojado y en superficies urbanas, generalmente lisas y que, a veces, presentan características que disminuyen la sujeción. Por ello, se recomienda que la suela sea antideslizante.
En el caso de que la suela del zapato no fuera demasiado gruesa, se recomienda especialmente un buen grosor de la plantilla.
Además… Los pies necesitan de unos cuidados concretos en cada etapa de la vida: niños y ancianos, por ejemplo, necesitan de atenciones más exhaustivas. Cuando aparecen dificultades o molestias, es aconsejable acudir a la consulta de podología, donde se llevará a cabo un análisis personalizado, y se elaborará una recomendación individualizada para cada caso concreto.
FUENTES
1 Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA). Página visitada el 4 de octubre de 2019.