¿Quién no se ha quemado alguna vez por estar al sol sin protección solar en la playa, piscina, montaña o simplemente dando un paseo? La repuesta seguramente sea sí en la mayoría de los casos.
Las quemaduras solares se producen por una sobreexposición a la radiación ultravioleta proveniente del sol y también por el uso de cabinas bronceadoras1.
La melanina, que es el pigmento que da color a la piel, sirve también para protegernos de la acción negativa del sol. Dependiendo de la cantidad de melanina que cada uno de nosotros genera de manera natural, así será el tiempo que podamos permanecer al sol sin quemarnos. Aunque mucha gente lo desconoce, el factor solar de una crema indica el tiempo que podemos estar bajo el sol sin quemarnos, es decir, si usamos un factor de protección solar 30 (SPF30), podríamos estar 30 veces más tiempo expuestos a los rayos ultravioleta sin quemarnos. El problema está en que en muchos casos no utilizamos la crema solar adecuadamente, ya que debemos aplicar una cantidad suficiente de crema solar, que debe reaplicarse cada 2 horas, independientemente del factor que usemos, y también al salir del agua tras el baño o si hemos sudado mucho.
Señales que nos indican que tenemos una quemadura cutánea provocada por el sol
- Nuestra piel cambia de color (incluso pocas horas después de la exposición), pudiendo ir del rosado al rojo.
- Desprendemos calor y se nota caliente al tocarla.
- El mero hecho de tocar la zona afectada nos provoca dolor y sensibilidad.
- La piel también puede aparecer inflamada.
- Presentamos ampollas con líquido en diferentes partes de la quemadura.
- Tenemos dolor de cabeza, fiebre e, incluso, náuseas.
Una quemadura solar puede aparecer en cualquier parte del cuerpo que haya estado expuesta y no se haya protegido. Además de en espalda, cara, escote, brazos y piernas (zonas en las que se suele utilizar el fotoprotector), puede aparecer en zonas que se nos olvida proteger, estando igual de expuestas que el resto del cuerpo como orejas, labios, cabeza (tanto si se tiene pelo como si se sufre alopecia) y en el empeine3.
Me he quemado, ¿qué hago ahora?
Si ya nos hemos quemado por el sol, lo único que se puede hacer es tratar el daño en la piel de manera sintomática, es decir, tratar los síntomas.
- Ducharnos con agua tibia o fría para eliminar restos de cloro o sal, pero siempre con el agua a poca presión, ya que la zona quemada es especialmente sensible.
- Aplicar compresas de agua fría e ir cambiándolas cuando se vayan calentando. Sirven para bajar la temperatura corporal.
- Beber agua para evitar que nos deshidratemos.
- Si el dolor es muy fuerte, tomaremos un antiinflamatorio, ya que no solo nos aliviará el dolor, sino que también reducirá la inflamación.
- Aplicarnos una crema o gel que ayude a regenerar la piel e hidratar la piel, como las que contienen aloe vera o caléndula, que a la vez tienen un efecto calmante.
- Si también tenemos ampollas jamás intentemos romperlas, ya que se incrementará tanto el dolor como las posibilidades de contraer una infección.
- Evitaremos la exposición solar en los días posteriores a la quemadura, para conseguir que el proceso de curación sea más rápido.
- Hidrataremos la piel a diario con cremas que contengan principios activos humectantes (que consigan retener el agua en la piel). En ningún caso utilizaremos productos con vaselina ni con base de aceite, ya que, al taponar los poros, pueden impedir que sudemos y podemos acabar teniendo una infección3.
En caso de que sintamos náuseas, mareos, tengamos fiebre, dolor intenso que no cede con la toma de antiinflamatorios o multitud de ampollas, debemos acudir a un dermatólogo porque la quemadura puede ser grave y, por lo tanto, es posible que tengamos que utilizar fármacos específicos para las quemaduras.
Por último, es muy importante recordar que el daño producido en el ADN de las células de la piel no se puede “reparar”. De hecho, este daño es acumulativo y si nos quemamos repetidamente en las mismas zonas hay que tener en cuenta de que tenemos un mayor riesgo de sufrir un cáncer de piel en un futuro (tanto melanoma como no melanoma).
Referencias:
1 Quemadura solar. Medline Plus. Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU. Abril, 2019.
2 Julia Benedetti. Quemadura solar. MDS Manuals. Diciembre, 2019.
3 Quemaduras solares. Clínica Mayo. Julio, 2020.