Todos los seres humanos tenemos un grado de foto protección que es intrínseco y depende de nuestro tipo de piel y ello se debe fundamentalmente a dónde han vivido nuestros ancestros en las últimas decenas de miles de años.
Aquellas pieles que tengan capacidad de bronceado es conveniente que tengan un nivel mínimo de bronceado en verano ya que es un mecanismo de defensa para la radiación solar.
Las medidas de fotoprotección deben ir encaminadas a evitar las quemaduras solares en la medida de lo posible ya que eso provoca un daño permanente en el ADN. Tampoco es conveniente estar excesivamente morenos ya que eso indica que estamos sobreexpuestos a las radiaciones ultravioleta y eso nos va a fotoenvejecer a largo plazo.
Este vídeo forma parte del proyecto “COMPROMETIDOS CON TU SALUD”, que consta de una serie de vídeos con profesionales de la salud para ayudarte a cuidar de ti y de tu familia.