En el episodio de Sin Cita Previa abordaremos la escoliosis en la infancia, una patología por la que, cuando se detecta, es frecuente que los padres acudan a consulta preocupados al notar que sus hijos tienen la espalda torcida, un hombro o una de las caderas más alta que otra.

En este episodio conocerás cómo se evalúa este tipo de alteración, cuándo es necesario utilizar un corsé ortopédico, si se puede hacer deporte con normalidad y cómo tu pediatra evalúa la espalda en las revisiones del niño sano.

¿Qué es exactamente la escoliosis?

La escoliosis se descubre cuando hay una desviación lateral a derecha o izquierda de la columna vertebral, que se manifiesta en forma de curvas anómalas en los planos frontal y rotacional. Las vértebras no solo se desvían hacia un lado, sino que también rotan sobre sí mismas.

Es importante destacar que la columna vertebral tiene varias curvaturas fisiológicas normales, como la cifosis dorsal y la lordosis lumbar. En la escoliosis estas curvaturas aparecen de forma anómala durante el crecimiento de la columna.

Tipos de escoliosis

Existen dos tipos de escoliosis: idiopáticas y secundarias.

Las idiopáticas son aquellas sin causa que la justifique, que aparecen durante el desarrollo puberal (adolescencia) y necesitan un tratamiento adecuado en algunos casos. Suponen un 85 % de todas las escoliosis.

Por otro lado, las escoliosis secundarias son causadas por defectos en la formación de la columna vertebral en la etapa embrionaria o a enfermedades concretas como puede ser el Síndrome de Marfan, las distrofias musculares o la parálisis cerebral infantil, presentan otros signos y síntomas propios de las patologías que las producen, y no serán abordadas en este episodio.

Las escoliosis idiopáticas del adolescente son las más frecuentes, afectando hasta a un 4 % de los niños de entre 10 y 16 años. Aunque puede afectar por igual a niños y niñas, en las niñas tienden a progresar más rápidamente y con mayor frecuencia pueden requerir tratamiento.

Sin embargo, es importante recalcar que la mayoría de las escoliosis no requieren tratamiento y es una patología que suele estar infradiagnosticadas.

¿Cómo tratar la escoliosis?

El diagnóstico y tratamiento de la escoliosis en la infancia es fundamental para prevenir complicaciones a largo plazo. Los pediatras evalúan la espalda durante las revisiones del niño sano y, en caso de detectar una escoliosis, se realizan pruebas diagnósticas complementarias (telerradiografía o radiografía de columna completa que evidencia si hay realmente una desviación de la columna y en qué grado).

Las pruebas realizadas determinarán si es necesario proceder a tratar la escoliosis. El tratamiento más habitual es el uso de un corsé ortopédico.

Es posible que los niños con escoliosis puedan realizar deporte con normalidad, pero se debe evaluar caso por caso.

Es importante explorar la espalda y diagnosticar esta alteración durante las revisiones del niño, ya que un tratamiento temprano puede ser beneficioso. Por lo que es fundamental estar informados y consultar con un pediatra en caso de sospecha.

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Referencias:

¹Escoliosis en la infancia, de Sin Cita Previa con Dos pediatras en casa. Febrero, 2024.