En este post te contamos los beneficios físicos y psíquicos que tiene el deporte en equipo para niños y adolescentes, muy relacionado con la prevención de la depresión.
Aunque la práctica de ejercicio físico es fundamental durante toda la vida de la persona, en los momentos de desarrollo (infancia y adolescencia) es aún más importante. Practicarlo de forma regular es uno de los pilares básicos en la evolución de la persona durante estas etapas1.
Practicar deportes en equipo desde pequeños tiene múltiples beneficios. Y es que no solo tiene efectos físicos (como la reducción de la obesidad infantil, por ejemplo), sino también psicológicos: entre otros, servirían para prevenir la depresión en la edad adulta2.
Realizar actividad física de forma segura, con un control médico adecuado y teniendo en cuenta las patologías crónicas que puedan aparecer desde la infancia es fundamental. De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud, “el régimen alimentario y la actividad física influyen en la salud durante toda la vida desde las primeras etapas”1, es decir, practicar deporte o alimentarse de manera saludable en la infancia va a influir en la salud de esa persona durante la edad adulta.
Practicar deporte a cada edad
A la hora de practicar un deporte, hace falta tener ciertas habilidades físicas, mentales y sociales. Aunque haya algunas pautas generales, es importante recordar que el desarrollo de cada niño es diferente:
- Antes de los 6 años: los niños todavía no han desarrollado las habilidades motoras básicas necesarias para los deportes organizados. Todavía no están preparados para participar en deportes en equipo, aunque sí se recomiendan otras actividades físicas como correr o nadar.
- Entre los 6 y los 9 años: la mayoría de los niños tienen ya habilidades motoras básicas necesarias para participar en deportes organizados simples, aunque pueden no comprender conceptos como el trabajo en equipo y las estrategias necesarias para algunos deportes en equipo. Entre los que sí son apropiados para esta edad están el fútbol, el béisbol o las artes marciales.
- Entre los 10 y los 12 años: en general, están ya preparados para practicar deportes en equipo que requieren habilidades complejas. En principio, pueden practicar cualquier deporte. Es importante tener en cuenta que algunos niños de esta edad están ya comenzando la pubertad, por lo que puede haber diferencias muy significativas entre unos y otros, y esto puede influir a la hora de elegir el deporte más adecuado para cada uno.
Cómo ayuda el deporte en equipo a los jóvenes
Los beneficios del deporte en equipo para niños y adolescentes son múltiples1,4:
- Fomentan la competitividad sana entre los niños.
- Algunos beneficios sociales de la actividad física en equipo son aprender a compartir y a respetar a los demás.
- Facilita que aprendan a aceptar las derrotas, tolerando mejor la frustración, y a celebrar los logros propios.
- Ayuda a desarrollar la sociabilidad desde las primeras etapas de la vida.
- Favorece que aprendan la importancia de algunos valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo, la constancia y la disciplina.
- Ejercitar la paciencia es otra de las ventajas.
- Aprender sobre liderazgo.
- Fomentan que los pequeños mantengan un estado óptimo de salud: que mantengan un peso adecuado, fortalezcan los músculos y protejan el funcionamiento de su corazón.
- Además de todo lo anterior, está demostrado que practicar deporte de manera regular durante la adolescencia es una medida protectora (entre otras muchas) del consumo de sustancias nocivas como el tabaco, el alcohol y otras drogas.
Más desarrollo cerebral y menos depresión
Asimismo, un estudio reciente de la Universidad de Washington en St. Louis ha vinculado la participación en deportes de equipo con volúmenes de hipocampo (estructura del cerebro vinculada con la memoria y la relación entre recuerdos y emociones) más grandes y menos depresión en los niños de 9 a 11 años2. En el caso de los niños que participan en deportes en grupo que tienen una estructura clara, como pueden ser unas clases extraescolares, una liga o un equipo escolar, estos beneficios se detectaron más marcados que en los que los practican de manera informal. Además, se compararon estos resultados con los de niños de las mismas edades que participan en otras actividades grupales no deportivas y no aparecieron los mismos resultados.
Confirmar este impacto de los deportes de equipo en el desarrollo del cerebro y el estado de ánimo supone un factor importante para que los niños participen cada vez más en este tipo de actividades en grupo estructuradas que les aportan todos los beneficios del ejercicio físico y también los de la interacción social2.
Antes de empezar…
Antes de comenzar con la práctica de deporte, especialmente cuando se trate de personas con enfermedades crónicas de base, no hay que olvidar que, aunque practicar deporte es muy recomendable, tiene también contraindicaciones y hay que tomar precauciones adaptadas a cada niño1.
Después de leer todas estas ventajas… ¿A qué esperas para que tus hijos comiencen a practicar deportes de equipo? Y, ante cualquier duda, no olvides consultar con tu profesional sanitario.
Referencias:
1 María Asunción Bosch. El deporte en la infancia y en la adolescencia. Anales de Pediatría Continuada. Agosto, 2008.
2 Cómo los deportes en equipo cambian el cerebro de un niño. Universidad de Washington. Marzo, 2019.
3 Is Your Child Ready for Sports?. HealthyChildren.org. Agosto, 2019.
4 Los beneficios del trabajo en equipo. Hospital Sant Joan de Deu. Junio, 2015.