Los recién nacidos pueden presentar muchos tipos de lesiones o alteraciones bucales. Es importante conocerlas para así valorar si es necesario acudir al pediatra u al odontopediatra en el caso de que detectemos alguna anomalía fuera de lo normal, en la boca de nuestro bebé.

Los nódulos de Bohn aparecen en la boca del bebé recién nacido y no son más que quistes benignos de queratina, proteína que se encuentra en nuestra piel, en nuestro pelo y en nuestras uñas. Se localizan comúnmente sobre el paladar o en las crestas alveolares tanto en la superficie bucal como lingual y, en ocasiones, aparecen a lo largo de la unión entre el paladar duro y el paladar blando.

Nódulos de Bohn: ¿Cómo identificarlos?

Son quistes pequeños, no suelen superar los 3 mm de tamaño y su consistencia es firme y de un color blanco grisáceo. Estas lesiones quísticas suelen aparecer en el 85% de los recién nacidos, normalmente entre los 0 y los 36 meses de edad.

Heinrich Bohn fue el médico alemán que describió este tipo de nódulos por primera vez, de ahí su nombre. Sin embargo, según el origen de estos quistes gingivales, diferenciamos dos tipos diferentes de alteraciones: las perlas de Epstein y los nódulos de Bohn, siendo ambos los principales quistes gingivales que aparecen en el recién nacido.

Ambos quistes gingivales, son nódulos de queratina pero existen algunas diferencias significativas que ayudan a diferenciarlas de los nódulos de Bohn.

La principal diferencia es la ubicación donde suelen aparecer. En el caso de las perlas de Epstein, éstas aparecen solo a lo largo del rafe palatino medio.

Otra diferencia característica es su origen. Las perlas de Epstein tienen naturaleza epitelial y son restos atrapados a lo largo de la línea de fusión. En cuanto a su aspecto, las perlas de Epstein pueden ser bastante más grandes en comparación con los nódulos de Bohn. Además, las perlas de Epstein presentan un color más blanquecino. Por otra parte, la prevalencia de las perlas de Epstein en relación a las manifestaciones quísticas en el recién nacido, es la mayor.

Causas de los nódulos de Bohn

La formación tanto de los nódulos de Bohn y como de las perlas de Epstein se atribuye a la teoría de que, durante la formación intrauteria del paladar, el epitelio queda atrapado, formándose el contenido quístico.

Otras teorías sugieren que la formación del paladar y la formación de las glándulas salivales menores del paladar al producirse de manera simultanea provoquen la formación de estos quistes de inclusión cuando se produce el desarrollo palatino en el recién nacido.

¿Cómo tratar nódulos de Bohn?

Muchos padres, al detectar la presencia de estos nódulos grises o blanquecinos en la boca de su bebé, pueden mostrarse nerviosos o preocupados. Por ello es importante, consultar con el pediatra u el odontopediatra para descartar otras lesiones que se asemejen como pueden ser los dientes neonatales o las infecciones oro-fúngicas como la candidiasis.

La aparición de estos nódulos es inofensiva, no presenta ningún factor de riesgo y cura por sí sola. Las lesiones desaparecen de manera espontánea, normalmente durante los 3 meses de edad del bebé al producirse su ruptura, exponiendo su contenido de queratina quística a la cavidad oral.

Ni las perlas de Epstein ni los nódulos de Bohn suelen presentar inflamación o dolor y, únicamente se valoraría su extirpación, si no desaparecen o se agrandan obstaculizando la alimentación del bebé. Esto ocurre en muy raras ocasiones. Sí es recomendable realizar ligeros masajes con el dedo para favorecer su desaparición.