En este post vamos a hablar sobre el trígono retromolar y su relación con el cáncer oral.
El trígono retromolar es una región anatómica de gran importancia en odontología y cirugía oral. Esta área, ubicada detrás del tercer molar en la región posterior de la mandíbula, presenta características anatómicas y consideraciones clínicas que requieren atención especial por parte de los profesionales de la salud bucal.
Anatomía del trígono retromolar
El trígono retromolar se encuentra en la región distal de la última pieza dental en el arco dental inferior, es decir, detrás del tercer molar o muela del juicio. Esta área está delimitada por la superficie interna de la rama ascendente de la mandíbula y el borde posterior de la misma. Además, está en estrecha proximidad con estructuras importantes como el músculo pterigoideo lateral, el nervio lingual y el conducto dentario mandibular.
Importancia clínica
Dada su ubicación anatómica, el trígono retromolar es de gran importancia en la práctica clínica. La extracción del tercer molar puede dar lugar a la exposición del trígono retromolar, lo que puede llevar a complicaciones como lesiones del nervio lingual, hemorragias, infecciones o lesiones del músculo pterigoideo lateral. Además, esta área es crucial en la planificación de implantes dentales, ya que su morfología y dimensiones pueden afectar la viabilidad y el éxito de la colocación de implantes en esta región.
Consideraciones quirúrgicas
Cuando se realiza la extracción del tercer molar o se planifica la colocación de implantes en la región retromolar por falta de hueso en zonas más anteriores, es fundamental tener en cuenta las consideraciones anatómicas y quirúrgicas específicas de esta área. La comprensión detallada de la morfología y la topografía del trígono retromolar es esencial para minimizar el riesgo de complicaciones durante los procedimientos quirúrgicos.
Cáncer oral
La incidencia del cáncer de la cavidad oral se encuentra en el sexto lugar dentro de todas las neoplasias malignas que se producen. Dentro de los tumores malignos que se dan en cabeza y cuello representa el 30 %. Aparece con mayor frecuencia en hombres que en mujeres.
La relación existente entre la aparición de cáncer oral y el trígono retromolar no es más que dicha zona se encuentra relativamente oculta dentro de la boca, lo que provoca que la detección del cáncer se produzca en estadios avanzados, habiendo afectado a la mandíbula y a los músculos masticatorios provocando dolor y trismo (imposibilidad de abrir la boca).
El cáncer de boca puede presentar varios síntomas y señales de alerta, que pueden incluir:
- Úlceras bucales que no cicatrizan.
- Manchas blancas o rojas en las encías, lengua, amígdalas o en el revestimiento de la boca.
- Dificultad para masticar o tragar.
- Dolor persistente en la boca o la garganta.
- Cambios en la voz, como ronquera persistente.
- Dificultad para mover la mandíbula o la lengua.
- Hinchazón persistente en la mandíbula, lo que puede causar molestias o dolor.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados por afecciones distintas al cáncer, pero es fundamental buscar atención médica si persisten durante un período prolongado.
El diagnóstico temprano es crucial para el tratamiento exitoso del cáncer de boca. Los métodos de detección del cáncer de boca incluyen:
- Exámenes físicos y bucales regulares realizados por un dentista o un médico, que pueden involucrar la inspección de la boca, la lengua y la garganta en busca de anomalías.
- Biopsia: si se identifica una lesión sospechosa durante el examen físico, se puede realizar una biopsia, que implica tomar una muestra de tejido para su análisis microscópico.
- Pruebas de imagen, como radiografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM), que pueden ayudar a determinar la extensión del cáncer.
- Tinciones especiales o exámenes con luz especial que pueden ayudar a identificar áreas anómalas en la boca.
Como ya se ha indicado, es muy importante tener en cuenta que la detección temprana es fundamental, por lo que se recomienda que las personas se sometan a exámenes regulares para detectar cualquier posible signo o síntoma de cáncer oral.
Aunque no se pueden prevenir todos los casos de cáncer de cavidad oral (boca) y orofaringe (garganta media), sí es posible reducir el riesgo de desarrollarlo considerablemente si se toman medidas para evitar ciertos factores de riesgo. Entre ellas se encuentran:
- Evitar el consumo de tabaco en todas sus formas, incluido el cigarrillo, el tabaco de mascar, los puros y la pipa.
- Limitar o evitar el consumo de alcohol.
- Mantener una buena higiene oral, que incluya cepillado regular, uso de hilo dental y visitas periódicas al dentista.
- Consumir una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y limitar el consumo de alimentos procesados y ricos en azúcar.
- Utilizar protección solar en los labios, especialmente en climas soleados o durante la exposición prolongada al sol.
- Realizar exámenes bucales regulares y estar atento a cualquier cambio o síntoma inusual en la boca.
Estas medidas pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer bucal y promover la salud general de la cavidad oral.
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